El balcón del Ayuntamiento es motivo de engalanamiento con los colores nacionales sólo en vísperas (y durante) de dar comienzo a las fiestas patronales del pueblo
¿Siente Amurrio la bandera nacional de los vascos?
Al Ayuntamiento de Amurrio se le ve
pusilánime o con poco gas cuando se trata de defender o, mejor, de demostrar su
apego a la bandera nacional de Euskal Herria.
La anterior corporación (EA), ante el
ultimátum de la sentencia judicial que le obligaba colocar por “imperativo
legal” la enseña de España, acató la misma colocándola en el tejado de la
fachada, junto con la nacional o bicrucífera. Ambas en pequeño tamaño, aunque de
menor tamaño la española que la vasca. (Ver la entrada La
megalomanía del Sr. Alcalde (y IV)). (Así pues, en Amurrio la bandera
bicrucífera ya no ondea su colorido alegremente, pues desde hace 4 años le
obligan a compartir el espacio aéreo con la bandera de España, en lo alto del
tejado central de la Casa Consistorial).
Luego para desquitarse de esta
imposición, alzó un mástil en uno de los rincones de la plaza del ayuntamiento,
donde la bandera nacional –también conocida como ikurrina– voltease sus tricolores a los cuatro vientos. Y ahí está.
Sin embargo, el intento no ha sido del todo un acierto, pues apenas es
percibida visualmente (más parece estar castigada), ya que el ramaje arbóreo
que la ahoga dificulta su visión. A lo sumo, solo es vista desde el despacho de
la alcaldía.
La actual corporación, con su
alcaldesa (EAJ/PNV) al frente, está obligada –dicho sin presión alguna– a
corregir esta poca sensibilidad para con la exaltación y enarbolamiento de la
bandera tricolor vasca.
No hay que desplazarse muy lejos para
contemplar cómo han solucionado o replicado a la sentencia que obligaba a poner
una bandera que no representa los sentimientos de la mayoría de las y los
vascos y, por tanto, no querida. Para eso han optado por espacios abiertos,
prominentes, que dejan ver la bandera querida por la mayoría de las y los
vascos, desde muchos ángulos visuales.
En Amurrio, concretamente en su Ayuntamiento,
parece que no existen pensantes que se hayan dado cuenta de esto. Es más, ahí
languidece el soporte en la entrada del frontón municipal que, por cierto,
hasta hace poco hacía de mástil un tubo alargado de pvc, pero sin bandera que
echarse. Otro ejemplo son los tres mástiles, en el recinto descubierto de las
piscinas, desnudos de las telas identitarias, más ahora que el mismo abre sus
puertas por la temporada de verano y al que acuden gentes de otras latitudes.
(Ahora son dos, los mástiles en pie. El otro está caído en el suelo).
En cambio, el club de fútbol de la
localidad es la única institución que no convierte en espantapájaros a los mástiles
de sus instalaciones, engalanándolos cuando acontecen actos deportivos. (Entrar
en Tres
tristes mástiles y una pista de tenis donde se explica esto último).
Diríase que el barniz abertzale o al
menos el de “nacionalista vasco” es menos intenso según sea mayor la distancia
a la costa. No hay más que ver, cuando uno se desplaza y visita los pueblos
costeros –y no costeros–, a la ikurrina disfrutar de los enclaves más acordes
con lo que ella representa. Allí la tricolor prolifera y destaca en sitios
preeminentes para que sea avistada y vista desde muchos lugares. Incluso
también ha sido y es izada en montes y pequeños picos para ser contemplada
desde kilómetros de distancia.
La bandera bicrucífera ondea sus colores en lo alto de las cimas de los montes Kukutza (El Castillo) -Municipio de Arakaldo- (izda.) y Montaño -Municipio de Muskiz-(dcha.)
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Frente a las playas de Sopela |
En Arakaldo, en el monte
Castillo o Kukutza, junto a las caras pintadas en la superficie de unas
grandes rocas, saluda a todo aquel que viniendo de Amurrio se dirige a Bilbo,
justo antes de entrar en Bizkaia por Arrankudiaga. En el monte Montaño (Muskiz),
encima de la Petronor y en el monte Pico Ramos, enfrente del anterior (a ambos lados de la A-8 del Cantábrico). En Sopela,
aparte de en el mismo pueblo, en el pequeño promontorio conocido como “El Peñón”
junto al mar, en la playa de Atxabiribil (que le da el nombre). En alguna
ocasión como consecuencia de celebrarse en esta playa algún campeonato de surf,
la ikurrina también ondea en la pequeña roca que yace a la sombra de “El
Peñón”, que con la marea alta se convierte en isla roquera. En Santurtzi
en el puerto, siendo visible desde Getxo y seguiríamos con la larga enumeración
de los municipios que la han izado en los sitios preferentes.
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En el puerto de Santurtzi |
Se olvidaba citar el ejemplo de Bilbao,
que la tiene izada frente al teatro Arriaga, aunque en esta villa sería conveniente
y necesario también izarla en la plaza Elíptica, plagada ahora de banderas
españolas. Y cerca de Amurrio, en la sierra de Sálbada, ondea sus colores en lo
alto del pico del Fraile o Fraideburu,
a pocos metros del monte Txarlazo donde reside el monumento a Ntra. Sra. de la
Antigua, patrona de Orduña y del Valle de Arrastaria.
Precisamente el 27 de junio pasado, el
Ayuntamiento de Arrankudiaga izó la ikurrina frente a la Casa
Consistorial (exenta a la misma), como respuesta a la obligación de poner la
bandera de España en la balconada, donde hasta ese momento –y en solitario– ha estado
la bandera nacional. Protestando y respondiendo de esta forma a la sentencia
judicial que impone la española.
En definitiva, la ikurrina ondea desde
largo tiempo en muchos puntos y cimas de Euskal Herria, sean estas, cimas
emblemáticas o simplemente pequeños montes o ni tan siquiera eso, sino simples
peñascos o rocas prominentes; más en los consabidos lugares urbanos (plazas,
parques, etc.) y en los lugares donde la legislación del Estado español no ha
dicho todavía esta boca es mía.
Aunque no nítidamente, sí se distingue la bandera nacional, bicrucífera o ikurrina en lo alto del pico del Fraile o Fraideburu, en las estribaciones de la sierra de Sálbada. (Abajo el Valle de Arrastaria y la Ciudad de Orduña)
Ese barniz que luce la alcaldesa y su
corporación de “nacionalistas vascos” ¿es consecuencia sólo de veranos soleados
o es algo más profundo que no se quita por unas gotas de acatamiento del
“imperativo legal”?
Tanto cuesta en el seno del
Ayuntamiento encontrar un sitio idóneo donde la bandera que nos representa en
el mundo destaque y sea visible. Lo contrario al lugar que hoy ocupa. Se me
ocurren como ejemplos alternativos las proximidades del kiosco de prensa,
alrededores de la plazoleta de la iglesia, en lo alto del parque municipal y un
etcétera que cualquier lector podría ponerle nombre para conocimiento de las y
los concejales del Ayuntamiento de Amurrio.
El Ayuntamiento debería, por tanto,
estudiar otro emplazamiento donde ni el arbolado ni edificio alguno le hiciese
sombra alguna. Incluso además, debiera apostar la bandera nacional en algún
lugar prominente fuera de lo que es el casco del pueblo.
A ver si esta entrada sirve de acicate
y promueve una discusión sobre la cuestión aquí mantenida. Sinceramente, el Ayuntamiento
de Amurrio sí la siente como propia, pero le pasa que no lo expresa con más
claridad.
Por otro lado, al delegado del
Gobierno de España en esta parte de Euskal Herria, Carlos Urquijo, se le puede aconsejar, ya que anda metido en
fregados de impugnar nombramientos democráticos como la elección reciente del
pregonero para las fiestas de Laudio-Llodio y de la txupinera para las de
Bilbo, que tome cartas en el asunto ante el incumplimiento de la normativa en
cuanto a las medidas reglamentarias que debe tener la bandera nacional. En este
caso, no “su” bandera nacional, sino la bandera nacional del país que le vio
nacer, Euskal Herria.
Durante estas fiestas, el Ayuntamiento
de Amurrio ha vuelto a engalanar la balconada del edificio de la Casa Consistorial
con la bandera bicrucífera en formato apaisado. (En esta ocasión, también ha
sido superpuesta la tradicional con las cruces blanca y verde). Pero resulta
que la anchura de la faja central de color blanco, se define por la suma de la
anchura de las dos fajas de color verde. Sin embargo, no es tal, sino que tan
sólo es igual a la anchura de cada una de las dos franjas o fajas verdes. (Ver Amurrio
y las fiestas en algunas imágenes)
Aquí sí que debiera, por tanto, poner
el celo el señor Delegado del Gobierno de España y hacer cumplir –no la ley de
banderas, es decir, la de imposición de “su” bandera nacional– y poner cordura
en la actual deshomogeneización en lo referente a la regulación de las medidas
oficiales que deben ostentar los tres colores de la bandera nacional, cuando la
misma se convierte en colgadura. El Ayuntamiento de Amurrio es un ejemplo del incumplimiento
del reglamento que regula las medidas de las bandas que componen la ikurrina en
su forma apaisada. Como, en general, muchas veces tampoco se cumplen las
medidas en su forma tradicional o bicrucífera, o la tonalidad de sus colores (rojo
bermellón, verde vivo, etc.).
Fachada y vista general de la Casa Consistorial de Amurrio, al día siguiente de terminar las fiestas de agosto 2013. (El busto que asoma en la fachada es del maestro Lucas Rey)
NOTA
25-10-2017
Hoy (creo
no equivocarme) ha emergido en el parque Pitiminí (nombre no oficial, todavía),
en la parte alta del mismo, cerca del nuevo ambulatorio, un soporte metálico en
el que, a modo de asta, ha sido izada la bandera conocida como ikurrina,… la bicrucífera o tricolor.
Todo
parece indicar que ¡por fin! se ha tenido en cuenta la propuesta que desde esta
misma entrada se hacía para sacar la ikurrina
del ostracismo en el que está y que fue puesta en un rincón de la plaza,
frente al ayuntamiento, un tanto oculta a la vista.
Sea, pues,
bienvenido este nuevo emplazamiento para la conocida ikurrina, aunque se mantenga también enhiesta la colocada en un rincón de la plaza. Esta vez se ha acertado de pleno con el lugar idóneo (uno de los idóneos) para que así sea vista sin más complicaciones.
Al hilo
de esto quiero expresar mi posicionamiento favorable para que, sin obstar lo
anterior, figure también y blandee sus colores la (bandera) pomelada que
es la representativa de lo que fue el estado de Navarra en su forma de reino
que actualmente éste permanece bajo la conquista continuada a la que le someten
los estados español y francés, no permitiéndole ser sujeto político, ni actor
de su propia historia bajo el sometimiento de ambos estados.
En
realidad la pomelada (no confundir con la conocida de las cadenas que quisieron
hacerla primigenia del reino de Navarra adaptando los hechos legendarios de la
batalla de las Navas de Tolosa) es –o debiera ser– la que represente a todas y
todos las y los navarros, no sólo a los de la Alta Navarra, también a los de
las Provincias Vascongadas (denominadas ahora Euskadi) y a los de los territorios que hoy se conocen como Iparralde, si excluir (incluyendo, por tanto) a los de los demás
territorios navarros que fueron y quieran seguir siéndolo.
Con lo
expuesto aquí, puede parecer una contradicción lo ahora escrito con el
contenido y fondo (incluso con el título) de la entrada que da soporte a todo
lo anterior.
No
negándolo, también hay que decir que de los errores se sale y más después de
haber bebido en las fuentes de nuestra historia pasada.
Por tanto,
no renegando del enunciado de la entrada de más arriba, confieso que he
abrazado el significado que la bandera pomelada para mí representa, con el deseo
de que el lector/a de estas líneas pueda entenderlo y, si puede y lo desea, ser
partícipe también de lo que representa esta bandera que, en verdad, sí es –y
sino debiera ser– la que nos envuelve y representa como País, como Nación
histórica en el tiempo y que ahora, permanece en una continua conquista que no
la deja exteriorizar y desarrollar su ser de tal nación.
Si no
ahora, con el tiempo es de esperar que nuestra bandera, la de nuestro Estado de
Navarra, pronto también pueda ondear sus vivos colores en esta parte de la Tierra
de Ayala - Aiara Herri que es Amurrio,… parte también de Navarra, Nabarra,
Nafarroa.
Somos
navarras y navarros de la Tierra de Ayala,… navarras y navarros de Amurrio.
AMURRIOko nafar bat
Post data:
Me
adhiero con ello al movimiento que, especialmente desde 2012, se observa con el
resurgir de la conciencia nafartzale
que no es otra, que la de recuperar Navarra, Nabarra, Nafarroa como Nación,
como Estado soberano que, hoy día, yace continuamente conquistado.
Estado de
Navarra como único espacio, estructura y sistema jurídico-político propio de
lxs vascxs
Movimiento
político nafartzale que busca, en
definitiva, la concienciación de nuestra –hoy día– sociedad conquistada.
NOTA 18-02-2019
Imagen de hoy, al supervisar el estado físico de
nuestra bandera nacional que el viento, que azota en la cima del monte Kukutza, la está dejando en jirones. Este
monte es conocido también como “El Castillo” (por razones obvias de que allí
arriba hubo siglos atrás una pequeña fortaleza o castillo), el cual se
encuentra en la jurisdicción del pueblo de Arakaldo.
A su lado, a nivel inferior, subordinado y de
pleitesía, ondea la conocida como ikurrina
o bicrucífera, representativa de la actual Comunidad Autónoma española de Euskadi.
En esta cima mientras los carlistas vigilaban los
caminos que bajan por los cursos de los ríos Altube y Nervión y se extasiaban
de las vistas que desde esta atalaya se ven, fueron sorprendidos por la
retaguardia por el ejército liberal cristino, isabelino o guiri (como se le
denomina en la época) el día 23-08-1839 en el transcurso de una de las batallas
de la I Guerra Carlista (1833-1840), abandonando los primeros en su huida toda
clase de pertrechos (cañón, piezas de artillería y munición varia).
Como se ve, por el ondear de la bandera que resiste
los embates del viento en lo alto de esta cima que se divisa desde muchos
puntos, también en Bizkaia (en el límite con Araba, limítrofe con el Valle de
Llodio), la conciencia nafartzale
despierta del aletargado sueño de varios siglos de ocultamiento de la realidad
histórica navarra en esta parte de nuestra Patria, Nación y Estado: Nafarroa.
Es
la bandera pomelada de la libertad, igualdad, democracia e independencia que
triunfa siempre contra la agresión absolutista y conquistadora de los estados
imperialistas español y francés.
(Como puede apreciarse
en la fotografía publicada en la entrada de 2013, en dicha cima -en aquella
ocasión- sólo aventaba sus colores al aire la bicrucífera o tricolor. Ahora,
también -y en lugar más preeminente- la pomelada que nos identifica y engloba a
todxs).
En lugar cimero y preeminente, la
una sobre la otra, las dos aguantando los avatares del tiempo, resistiendo, a
pesar de ir dejando jirones de sus telas
Una de las vistas panorámicas desde esta pequeña pero estratégica cima: El Valle de Llodio, con el barrio Areta en primer lugar
NOTA
23/10/2022
Se publica en la red social Facebook
por su autor, el día 21/10/22, a eso del mediodía, la foto donde aparece la
bandera nacional –es decir, la pomelada– en una posición superior en la cima del
monte Kukutza del pueblo de Arakaldo.
El mismo autor parece ignorar o más bien desconocer qué somos, pues
titula la foto: ¡Que nos invaden los navarros!
Luego siguen una serie de rifirrafes en los comentarios a renglón del
enunciado de la foto:
- Mejor
está ahí esa bandera que una rojigualda
- A mí
me sobran todas...
- Por
la preocupación que transmites en tu post, no lo parece. Y ya sabes que siempre
tienes la opción de manifestar cuando renueves el DNI que no te pongan ninguna,
que te sobran todas y que dejen vacía la casilla de la nacionalidad.
Y
prosigue el mismo comentarista
- Invasión
es que una rojigualda ondee en Euskal Herria, salvo que sea en una embajada o
consulado.
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