Bilbo: Aste Nagusia y
Marijaia
Estos
días, en que la mayoría de las y los conciudadanos y visitantes de Bilbo están
inmersos en las ¡populares! fiestas de la capital bizkaitarra, son propicios
para recordar cuándo y cómo surgieron y de dónde pudo venir la inspiración para
crear el personaje y la imagen de Mari Jaia.
Estas
fiestas son “populares” a diferencia de las de la etapa que le precedió –en plena
dictadura franquista– donde el eje de su diseño tenía su inicio y final en el
propio gobierno del Ayuntamiento, institucionalizándolas, sin dejar resquicio
alguno para la participación ciudadana. Es decir, imposibilidad absoluta o, peor,
prohibición absoluta para que los vecinos, mujeres y hombres de Bilbo, pudiesen
tomar parte activa en el diseño del programa festivo de lo que entonces se
denominaba “Semana Grande”, con los festejos enfocados en torno a los toros y
sus corridas de abono, teatro, ópera, circo y para de contar. Eso sí todo de
pago, por lo que dejaba de lado a la mayoría de la población.
Pese
al cambio político (muerte del dictador –año 1975–, celebración de las primeras
elecciones democráticas en junio 1977) los últimos ayuntamientos franquistas no
veían con buenos ojos que la profusión de los distintos colectivos o
asociaciones populares de todo tipo, nacidos al albor de la nueva etapa que
daba comienzo, quisieran también participar aportando sus inquietudes o puntos
de vista de lo que tienen que ser unas fiestas –especialmente unas fiestas
populares– en las que la participación es crucial para el éxito de las mismas. Así
que, pese a los nuevos tiempos que se avecinaban (políticamente hablando), el
Ayuntamiento de Bilbo parecía querer seguir con el mismo tono de imposición o
control en la preparación y disfrute de las fiestas: foco de diversión de la
ciudadanía.
Fotografía del diario Deia 18-08-2013 |
Pero
el surgimiento de los movimientos vecinales, plasmado en la proliferación de
las asociaciones de vecinos que se juntan para mejorar las deficiencias que se
perciben en el día a día, empujó y “obligó” a cederles protagonismo en la
preparación de las mismas, llegándose al año 1978 (a un año vista de celebrarse
las primeras elecciones a ayuntamientos por el voto popular) en el que se
convoca un concurso de ideas para organizar una verdadera “Semana Grande”, con
el ingrediente de que tenga un carácter popular y participativo, creándose la
primera “Comisión Popular de Fiestas” que llevará a buen puerto el proyecto
ganador. (Entrando en Semana Grande de Bilbao el lector podrá
hacerse una idea más ajustada de los derroteros que vivieron las fiestas de
Bilbo hasta nuestros días).
Así,
surgen las “Comparsas”,
que procedentes de los distintos barrios bilbotarras organizan y llenan de vida
y de aire puro la ya casi fenecida Semana Grande, transformándola en Aste
Nagusia. (Al de poco tiempo, se agrupan todas ellas en la federación de
Comparsas “Bilboko Konpartsak”,
para articular la participación vecinal y ciudadana en el respeto a las distintas
sensibilidades, tanto sociales como políticas que conviven en Bilbo). La
presencia institucional del Ayuntamiento queda reducida a meros actos protocolarios
y administrativos y a cubrir la logística (financiación, orden público, etc.) que
fiestas como las de Bilbo arrastran. Siendo escasos los actos oficiales durante
“Aste Nagusia”.
Sobre
la elección de los personajes de carne y hueso que abren y dan protagonismo al
inicio de Aste Nagusia –ahora más que
nunca, ante la incursión en escena de un personaje tímido pero “meten todo”,
del que luego se hablará– es obligado decir que la o el “Pregonero” lo elige
una comisión mixta compuesta por representantes del Ayuntamiento y de las
Comparsas. Por el contrario, la elección de la “Txupinera”, que lanza el cohete
de inicio de las fiestas, corre a cargo exclusivamente de la federación de
Comparsas “Bilboko
Konpartsak”.
Hecho
este que el Partido Popular (PP) de España en el Ayuntamiento de Bilbo quiere
eliminar, siempre que reúna los apoyos suficientes del resto de formaciones
políticas (vascas y españolas) representadas en el mismo.
Sin embargo, el verdadero protagonista de Bilboko Aste Nagusia es el personaje de Mari Jaia, “nacida” ese mismo año de 1978 y símbolo oficial de la misma. Es la figura que representa a una aldeana, con ropaje rural y pañuelo en la cabeza, con las mejillas un tanto prominentes y sonrosadas y sonrisa de alegría, y con los brazos en alto, extendidos.
Sin embargo, el verdadero protagonista de Bilboko Aste Nagusia es el personaje de Mari Jaia, “nacida” ese mismo año de 1978 y símbolo oficial de la misma. Es la figura que representa a una aldeana, con ropaje rural y pañuelo en la cabeza, con las mejillas un tanto prominentes y sonrosadas y sonrisa de alegría, y con los brazos en alto, extendidos.
La
creadora de la figura con la que explosionan –y se da rienda suelta– las
fiestas de Bilbo en este mes –y todos los meses– de agosto se llama Mari Puri Herrero, pintora y grabadora
nacida en dicha Villa, que recibió el encargo de aquella primera Comisión de
Fiestas de 1978 para tal fin. Personaje y figura ideada para salir ese año sólo,
pero… ¡ya lleva 35 años alegrando las fiestas! (En la gala de los premios que
otorga y entrega la Fundación Sabino
Arana a primeros de año, fue homenajeada, por su larga trayectoria
artística y, cómo no, por su inspiración en la creación de este personaje de
fiesta, que ya es inmortal. La premiada agradeció el galardón, entregado en el
escenario del teatro Arriaga, con un pequeño y sencillo discurso, lleno de
calor y dosis chispeantes de humor).
Una cuestión que por un momento se me pasó por la cabeza, tras hojear un ejemplar de hace tres años de un periódico que se edita en Bilbo, fue creer que tal inspiración de Marijaia tenía el original en una persona de carne y hueso. En dicho ejemplar aparece la foto de la que fuera Primer Ministro del Reino Unido entre 1979 y 1990 (por cierto, fallecida recientemente el 8 de abril) que recibió el apodo de “La Dama de Hierro” y cuyo nombre todos sabéis: Margaret Thatcher. Se la ve celebrando los resultados electorales del 4 de mayo de 1979, con la misma expresión y parecido que Marijaia, es decir, brazos en alto extendidos y mejillas un tanto prominentes y sonrosadas y sonrisa de alegría, a pesar de su apodo. Las coincidencias entre ambos personajes (uno real y el otro ficticio) eran palpables, casi miméticas, si no fuera por el distinto vestido que ambas lucían y, sobre todo, porque Marijaia fue creada en 1978. Un año antes que la imagen de júbilo del rostro de “La Dama de Hierro”, tras ganar las elecciones. Vean la instantánea de alegría de la política británica y comparen.
Una cuestión que por un momento se me pasó por la cabeza, tras hojear un ejemplar de hace tres años de un periódico que se edita en Bilbo, fue creer que tal inspiración de Marijaia tenía el original en una persona de carne y hueso. En dicho ejemplar aparece la foto de la que fuera Primer Ministro del Reino Unido entre 1979 y 1990 (por cierto, fallecida recientemente el 8 de abril) que recibió el apodo de “La Dama de Hierro” y cuyo nombre todos sabéis: Margaret Thatcher. Se la ve celebrando los resultados electorales del 4 de mayo de 1979, con la misma expresión y parecido que Marijaia, es decir, brazos en alto extendidos y mejillas un tanto prominentes y sonrosadas y sonrisa de alegría, a pesar de su apodo. Las coincidencias entre ambos personajes (uno real y el otro ficticio) eran palpables, casi miméticas, si no fuera por el distinto vestido que ambas lucían y, sobre todo, porque Marijaia fue creada en 1978. Un año antes que la imagen de júbilo del rostro de “La Dama de Hierro”, tras ganar las elecciones. Vean la instantánea de alegría de la política británica y comparen.
Margaret Thatcher
¿se inspiró en Marijaia para celebrar su éxito electoral?
Por lo que se refiere a la autora de Marijaia –y en la parte que nos toca a las vecinas y vecinos ayaleses de Ayala–, hay que comentar que la tenemos entre nosotros, pues vive a caballo entre la urbe de Madrid y el encantador pueblo de Menagarai, en la Tierra de Ayala.
El personaje de Marijaia, desde 1997, tiene
también su canción, llamada “Badator
Marijaia” (Ya viene Marijaia), con música del trikitilari Kepa
Junkera y letra de Edorta Jimenez. Intervino en la grabación (entre
otros colaboradores) Natxo de Felipe del grupo Oskorri.
No tanto el personaje de cartón, pero sí
los de carne y hueso, al menos el que representa a la txupinera, han sido
empañados por el señor tímido y “meten todo” antes aludido, de nombre: Carlos Urquijo y de título: Delegado
del Gobierno de España en esta parte occidental de Euskal Herria.
Carlos
Urquijo, en su despacho de delegado del Gobierno (El País 18-08-2013). El cargo le queda tan grande como el despacho que ocupa en la residencia-búnker de Vitoria-Gasteiz
Como
ha quedado reflejado en la anterior entrada de este blog, este señor, recuperando
la siniestra actividad de los gobernadores civiles franquistas, ha conseguido –él
también– ser protagonista de estas fiestas por su labor inquisitorial. Primero,
promovió la inhabilitación del pregonero de las fiestas de Laudio-Llodio, Pablo Gorostiaga y ahora el de la
Txupinera, Jone Artola.
Luego, tras lo sembrado, que no se extrañe que a los
gritos de ánimo de “Txupinera aurrera”
se acompañasen con otros: “Señor
gobernador, usted es bobo” en el día de inicio de las fiestas bilbotarrak y
que pese a la prohibición de encender el cohete anunciador desde el balcón del
teatro Arriaga, sí pudo realizarlo a pie de calle junto a Marijaia como dice el
entrecomillado extraído de la prensa: “Artola
no ha podido ejercer de txupinera en el balcón del teatro por la prohibición
judicial ... Por ello, en la plaza, las comparsas han organizado un acto
alternativo para simbolizar que Artola era la txupinera que habían elegido”
y muestra el vídeo http://www.youtube.com/watch?v=eADEm9knQk4
Foto El Correo Español 18-08-2013
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