lunes, 29 de diciembre de 2014

El barrio Aldama de Amurrio y la devoción a los Santos Simón y Judas



Repiqueo de la campana restaurada, en el nuevo soporte sobrevolado de la ermita, en la fiesta de San Simón y San Judas en el barrio recóndito de Aldama de Amurrio, en la Tierra de Ayala - Aiara Herri
 
El barrio de Aldama de Amurrio y la devoción a los Santos Simón y Judas
De todos es sabido que los santos Simón y Judas tienen su advocación festiva el 28 de octubre. Precisamente este día y el fin de semana anterior celebran en Amurrio, en el barrio de Aldama, la fiesta de ambos santos patronos.
No en vano, este pequeño barrio resguardado entre laderas de montes –al NE. de Amurrio y a 480 msnm– alberga la pequeña pero coqueta ermita de San Simón y San Judas que hacía las veces de “iglesia parroquial”, con la celebración eucarística ordinaria, en tiempos no tan lejanos. Ahora, desde hace unos 60 años, no hay vida humana habitando el lugar, reduciéndose a tan solo subir en este día tan señalado para celebrar la fiesta religiosa.
Cincuenta minutos andando desde el centro de Amurrio permiten llegar a este barrio que, pese a estar abandonado por sus habitantes desde hace ya más de seis décadas con el resultado lastimoso que producen los años, aún mantiene en pie algunos de sus caseríos. Alguno incluso de bello porte.
 

Descansando frente a la ermita, es el momento de tomar el hamaiketako, especialmente la chavalería. El tiempo ayudó para que un nutrido grupo de gente subiera a Aldama (Foto 26-10-2014)


Si nos atenemos a lo dejado escrito (va para un siglo) el sacerdote José Madinabeitia que escribió la vida del pueblo de Amurrio desde su nacimiento hasta 1930 aprox. en “El libro de Amurrio" (1932), vemos que Aldama fue un barrio importante que dio algunos prohombres de la historia pequeña del País, pero destacando que es un barrio con todos sus caseríos bautizados con nombres propios, aunque no sea privativo de Amurrio sólo. Nombres que están quedando en el olvido, borrados de la memoria. El Ayuntamiento de Amurrio debería colocar una placa en cada uno de ellos que los identifique, con lo que, además de perpetuar su memoria, serviría de conocimiento para una gran mayoría de amurriarras (y no amurriarras) que hoy ignoran su nominación.
 



La ermita de San Simón y San Judas sin gente y...




...con los hermanos Garro Basterretxea (uno de ellos, Jesús, fue el médico de Amurrio durante los años de la República y la década anterior) retratados delante de la ermita que daba servicio litúrgico a los vecinos de los caseríos del barrio de Aldama, que más abajo se citan, en compañía de los sobrinos y algunos vecinos de dicho barrio, en junio de 1924. (Contrasta la pared encalada con la actual moda de sacar y relucir la piedra, tanto en obra religiosa como civil).


Nada más transcurrir los 50´ de paseo ascendente entre pinares y por camino ancho y firme, moteado de tramos cementados, se entra en dicho barrio con una vista general del mismo, con prados rodeados de extensos pinares en donde los caseríos se asemejan a simples salpicaduras entre tanto verde. Primeramente, los ojos tendrán que detenerse (mirando al lado izquierdo del camino) en los caseríos –gemelos de nombre– Andiko de Arriba y Andiko de Abajo, pero con pena habrá que decir que ya, prácticamente, no queda rastro ni resto alguno de ellos. Hace 35 años se mantenía todavía en pie algún resto del paño de las paredes de uno de ellos (ahora menguado o casi desaparecido) y del horno o labea.
Caserío Olarieta en los  años del Conde de Aldama. Años después, un incendio y el tiempo transcurrido han dado con lo que la fotografía siguiente de 2012  refleja: Ruina. Instantánea (como la de más arriba) que recoge el libro de fotografías “Amurrio 1900-1950", editado por la Asociación Etnográfica AZTARNA Etnografia Elkartea de Amurrio)


Metros después, más adelante (ahora al lado derecho del camino) debería salirnos al encuentro el caserío Olarieta en cuyo seno nació uno de sus habitantes –y descendiente más destacado y renombrado– que llegó a ostentar el título de “Conde de Aldama”. Se llamaba Antonio de Aldama y Mendibil. Personaje de prolija prole que en sus últimos años, a la vez que su esposa, vistió los hábitos. Éste en la Compañía de Jesús al igual que sus tres hijos varones que también profesaron la vida religiosa y las dos hijas, religiosas de las Esclavas del Sagrado Corazón. Ostentó también el título de “Marqués de Ayala” y fue diputado a Cortes por Azpeitia. En el centro de Amurrio –en el barrio Mendiko– edificó una casa familiar de estimadas proporciones que ahora ha sido transformada en casa de viviendas. En el libro “Amurrianos Ilustres” (1997), el sacerdote Félix Núñez Uribe dedica un capítulo a su enorme figura, física como en hechos. (Más sobre la vida del Conde de Aldama, pinchando en el enlace http://www.narcisocliment.es/gente3.php?id=44 y si se desea saber quién ostentó en primer lugar el título de “Conde de Aldama”, pinchar en el enlace http://www.narcisocliment.es/gente3.php?id=43). (NOTA 28-10-2017: Para saber más en profundidad el origen del título de Conde de Aldama y la historia de la familia Aldama, dirigirse a Aldamako kondea eta Aldama auzoa. Artículo escrito en euskara por el vecino de la Cuadrilla de Lezama, Aketza Merino Zulueta). 

Este caserío tiene –o tenía– acceso empedrado con suelo de adoquines y bello enrejado en los balaustres del balcón, con las iniciales de su hidalguía forjadas. Ahora, el tiempo y la despreocupación –o habría que decir dejación– de sus propietarios lo han sepultado entre la maleza que campa a sus anchas por fuera y por dentro del mismo. Otra ruina más.
 
Ruinas del caserío Olarieta y, asomando el tejado nuevo, el caserío Juandorena (Foto Abril 2006)



Rebasado el caserío Olarieta aparecen los caseríos Txabarriko y Juandorena (Foto 28-10-2012) 
 

Si seguimos andando, y ahora toca bajar una cuesta, nos sale al camino el caserío (E)Txabarriko. Éste, sí existe y vive físicamente, aunque no humanamente.
Más adelante, subiendo un pequeño repecho, nos aparece la pequeña y cuidada, y bien conservada, ermita de los santos Simón y Judas. Santos de devoción de lxs amurriarras todos los veintiocho de octubre de cada año.
La misma se presenta con un pórtico abierto, con tejado a dos aguas, que descansa en pies derechos y en su interior, formando parte del retablo aparece la figura del titular, San Judas Tadeo, de pequeño tamaño. Según se dice en algún libro de arquitectura religiosa “el retablo no se doró ni se pintó y en la reciente restauración (1975) se ha barnizado. Al igual que, en esta fecha, el pórtico abierto por sus lados se cerró con bellos balaustres construidos de madera que a modo de barandilla dan otro empaque a la fachada y entrada al recinto religioso. A su vez, el exterior, con la típica fisonomía de las paredes encaladas, fue alterado con la nueva moda de picar y sacar a relucir la piedra como hoy día se puede observar.



Informaba “Hauxe da” (Boletín Informativo Municipal de Amurrio) en el nº 530 del 15-10-2014 que el pasado mes de septiembre, coincidiendo con la celebración del XI Concierto de Campanas de Amurrio, se presentó la campana de la ermita de Aldama totalmente restaurada. La campana que data del año 1886 se subirá el primer día de fiesta para bajarla una vez concluidos los festejos en honor a San Simón y San Judas. En la fotografía, José Luis Albizua Iturrino, portavoz de la asociación de Campaneros de Amurrio, explicando los pormenores de la restauración de la esquila. Por otra parte, dicha asociación amurriarra es la primera Asociación de Campaneros que se crea en las Provincias Vascongadas o País Vasco Occidental (ahora Euskadi).

    
La esquila, antes de la restauración, asentada en su lugar de costumbre, con el paso del tiempo haciendo mella en su estructura. (Foto 10-02-2013)
 

Este día, de este año 2014, ha tenido lugar la puesta de largo de la nueva campana o esquila (por su pequeño tamaño) y del nuevo “campanario” (espadaña simple de hierro) donde ha sido aposentada. Sustituyendo al anterior sobre el tejado. (Ver y oír el revolteo y repiqueo de la campana en la ermita de Aldama a través de los siguientes enlaces: http://youtu.be/m6osWUV6qc8 y http://youtu.be/_WtKD8ok0sA).
Como tributo a los tiempos que corren, en que todo es susceptible de compra/venta y en que, muchas veces, nada se respeta (tradiciones, costumbres…), la campana será descendida y bajada al pueblo después de los actos de su festividad y así no despertar las simpatías por lo ajeno.
Justo detrás de la ermita de los dos santos se yergue imponente por su tamaño (a lo alto y a lo ancho), el caserío Juandorena, también deshabitado pero conservándose en pie. Al menos, de momento, gracias a que ha sido retejado completamente.
Poco después, está el caserío Bergantzena. Este, al contrario, está siendo devorado por la hiedra y la maleza que ha conseguido la caída de una pared (o a punto de estarlo). Tiempo atrás fue refugio del semental de José Abascal que en época de celo hacía su función procreadora con la yegua que traía en sus lomos al propio Abascal en sus visitas casi diarias a estas latitudes.
 
El caserío Bergantzena el 23-04-2006 con la hiedra extendiendo su manto...



                 y el 28-10-2012 con dicho proceso en estado más avanzado 




Al W.-NW. de estos dos últimos caseríos citados, y después de cruzar el verde prado que lo separa, se localiza una fuente de agua ferruginosa que en los días festivos de estas fechas era frecuentada para saciar la sed con el agua pura y cristalina que de la misma manaba. Sin embargo, esto que era normal varias décadas atrás en estas fechas de fiesta, ahora para acceder sin “problemas” a dicha fuente, la guía es coger el “camino” que se inicia en las proximidades del caserío Olarieta, aunque, al llegar a la misma, la visión es desoladora, pues no hay fuente sino suelo encharcado, desvaneciéndose lo que una vez fue.
 

                                                 El caserío Bergantzena, el 10-02-2013, sin la presencia del árbol que le antecedía

 
Otro ejemplo de abandono, dejadez y un largo etcétera por parte de las autoridades, a las que les compete hacer que estas formas e imágenes y elementos menores de la vida rural y ancestral como son las fuentes, lavaderos, hornos, etc., no se deterioren o destruyan y menos que desaparezcan. A menudo, estos y otros muchos elementos del mundo rural a conservar amenazan ruina en espera de una rehabilitación o -desgraciadamente- de su desaparición definitiva.
Y esto es, a modo muy resumido, lo que uno puede encontrarse si decide subir para acercarse a este barrio amurriarra de Aldama. Y si se sube este día de la fiesta patronal, puede degustar la alubiada que, como comida popular, se ofrece a buen recaudo en el lugar adecentado para evitar las inclemencias del tiempo otoñal. Aparte, claro está, disfrutar del paisaje, de la fauna y flora del entorno en su estado natural. ¡Que lo disfrute y lo haga partícipe al resto de los mortales!
 
 
              Peculiar artilugio de higiene para desaguar las necesidades fisiológicas
 

Y recordar que todas y todos los que lleven el apellido “Aldama” no deben olvidar cuál es el origen del mismo. Provienen del topónimo “Aldama” de Amurrio, cuyo significado etimológico es: “Rellano en la falda del monte”, de “ALDA” (cuesta, falda del monte) y “-AMA” (rellano, meseta); o también, con el significado de “ladera pedregosa”.
A su vez, este barrio de Amurrio, escondido en las laderas de los montes Elexazar, Erroiaspe (Erroiatx), Peña Negra o Aspaltza, incluye los siguientes caseríos antes mencionados:
- Andiko: “La (casa) de allá, del otro lado”; de “AN” (allí), “-DIK” (de, desde), “-KO” (de). O “la casa de los Andía”. Eran dos: Andiko de Arriba y Andiko de Abajo. En alguno de ellos aún hoy se atisba algún resto de pared.
- Bergantzena: “La (casa) de (la familia) Bergantza”; de “BERGANZA” (apellido), “-EN” (“de” con animados), “-A” (la).
- (E)Txabarriko: “La (casa) de Etxebarria”; de “(E)TXABARRI” (apellido), “-KO” (de).
- Juandorena: “La (casa) de Juanito”; de JUAN, “-DO” (o TO) diminutivo, “-REN” (de), “-A” (el, la).
- Olarieta: “(Solar de) Los ferrones”; de OLARI (ferrón, oficial de ferrería), “-ETA” (los). Por desgracia de lo que fue y de cómo era ya no va quedando nada.
Tanto el caserío Juandorena como Bergantzena parecen indicar, por su significado etimológico, que eran posesión de un jauntxo del siglo XVI documentado con el nombre Juan de Berganza de Aldama. De ahí: lo “de Juan” o lo “de Berganza”. (Etimologías entresacadas del libro de Federico de Barrenengoa ArberasOnomástica de la Tierra de Ayala”. Libro 3: Etimología (Antroponimia y Toponimia). Vitoria-Gasteiz 1990). En palabras de Barrenengoa: “Los apellidos enraízan con los caseríos de donde toman su origen. Hay apellidos desaparecidos, pero se mantiene el nombre idéntico del caserío, o del terreno donde éste estuvo, y de donde aquellos proceden”.
Hay un croquis topográfico de Amurrio, muy elemental en sus dibujos de situación geográfica, cuyo autoría se atribuye a Luis de Altonaga (con la pronunciación átona en la “o”), del año 1931 que además de destacar los edificios emblemáticos, se destacan también los nombres de los caseríos que circundan o rodean el pueblo. Y, por supuesto, los nombres de los que conforman el barrio de Aldama, más los de las pequeñas cimas o altos de los montes que cierran y abrigan el pueblo de Amurrio, o “villa” (honorífica) de Amurrio desde 1919, por los lados N.-NE. y W. (En dicho mapa-croquis hay un cambio u error de ubicación de uno de los caseríos de Aldama). Solía escribir con el pseudónimo Luis de Ayala y es autor de la “Monografía histórico-descriptiva de la Villa de Amurrio”. Vitoria, 1931.
Como colofón a esta entrada traigo la canción tradicional que popularizara el recordado músico, fallecido el mes de diciembre de 2010, Xabier Lete, que lleva por título “San Simon eta San Juda”:
San Simon eta San Juda
joan zen uda
eta negua heldu da. (bis)

Ez baletor hobe,
bizi gera pobre,
eremu latz honetan,
ez gera hain onak benetan.

Ez dugu zaldirik, ez gera zaldunak;
ez dugu abererik, ez gera aberatsak.
Euskara guk dugu, gu gera euskaldunak,
euskara guk dugu, gu gera euskaldunak.
Y para los que desconozcan el euskara, la letra dice así: "San Simón y San Judas, se fue el verano y ha llegado el invierno. Si no viniera, mejor. Vivimos pobres en este agreste páramo. Verdaderamente no somos tan buenos. No tenemos caballos, no somos caballeros. No tenemos ganado, no somos ricos. Nosotros tenemos el euskara, nosotros somos euskaldunes (=el que posee el euskara)".
Para tener más información de los caseríos y ermita del barrio de Aldama está la bibliografía: “Vertientes cantábricas del noroeste alavés. La Ciudad de Orduña y sus aldeas”. Tomo VI del Catálogo monumental de la Diócesis de Vitoria. Vitoria-Gasteiz, 1988. Coordinado y dirigido por Micaela J. Portilla Vitoria y el “Inventario de arquitectura rural alavesa: Cantábrica Alavesa”. Tomo V. Vitoria-Gasteiz, 1991 de Victoriano Palacios Mendoza.
Y, si se está interesado sobre paseos o recorridos por los montes circundantes a dicho barrio, se aconseja ver la entrada Escapada mañanera a Aspaltza y Eskorla del blog “El montañero de Babio”.
Vista general del barrio de Aldama, desde la cima de Kuskumendi o Kurtzekomendi
De izda. a dcha.: Olarieta (en ruinas), Txabarriko, Juandorena (delante está la ermita, tapada por los pinos) y Bergantzena (a la dcha. del todo) (Foto 20 Enero 2008)

NOTA 10-11-2017

El 26-10-2017 la web de Radio Llodio (radiollodio.com) colgó una de las fotografías de esta entrada (foto tercera, sacada el 26-10-2014) para ilustrar e informar del programa festivo del barrio amurriarra de Aldama. Eso sí, no tuvo la gallardía, ni cumplió con la obligación legal y ética, de citar la fuente o autoría de la fotografía publicada.

En la revista publicitaria “Zure Gida-Tu guía 2017-2018”, con la relación de comercios y empresas de la localidad de Amurrio, que edita Diseño Manu Campos (DMC), dentro del apartado “Eventos” se vuelve a utilizar la misma foto -pág. 67- (es de suponer que es copia de la publicada en la citada página web) como ilustración, entre otras, de la guía comercial.

NOTA 21/09/2022

Hojeando el programa de fiestas de Amurrio de 1976, nos hemos encontrado con un artículo sin firma, bajo el título “Aldama entre la vida y la muerte”, en el que se da cuenta del nombre de pila de “Judas”, del Conde de Aldama, de Justo Etxeguren que fue obispo de Oviedo y de la familia Isasi que dio una auténtica saga de sacerdotes.

Precisamente, deteniéndose en esta familia de religiosos, en el artículo se nombra a un seglar de la misma, Juan de Isasi y dice que es una persona “de tanto prestigio que por él se empezó a llamar su caserío Juandorena, aunque su nombre era de Urrea”. Nombre que se traduce en la lengua vernácula como “oro” y si valoramos el preciado metal, el caserío que llevaba este topónimo bien destaca sobre los demás del barrio de Aldama por su tamaño e importancia.

Es decir, el caserío “Juandorena” mencionado más arriba en esta entrada, en realidad es “Urrea”, si hacemos caso a lo que dice el autor del artículo aparecido en el programa de fiestas de 1976.

Ahí lo dejamos.

NOTA 25/10/2022

En esta fotografía aparecida entre un revuelo de otras, se ve al caserío Bergantzena que todavía estaba, si ignoramos la endeble cubierta, en bastante buen estado de conservación. 

Ahora, tras los años transcurridos desde el año de la foto hasta el presente de hoy, su actual aspecto le aboca a su posible y segura desaparición si nadie lo remedia.

 Foto del caserío Bergantzena el 13/11/1994

 

NOTA 31/10/2022

Ver la entrada Este año, Aldama sólo celebró el acto religioso

NOTA 27/10/2024

Ver la entrada Aldama, su fiesta y una canción venida de Madrid

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