Repiqueo
de la campana restaurada, en el nuevo soporte sobrevolado de la ermita, en la
fiesta de San Simón y San Judas en el barrio recóndito de Aldama
de Amurrio, en la Tierra de Ayala - Aiara Herri
El barrio de Aldama de Amurrio y la devoción
a los Santos Simón y Judas
De todos
es sabido que los santos Simón y Judas tienen su advocación festiva el 28 de
octubre. Precisamente este día y el fin de semana anterior celebran en Amurrio,
en el barrio de Aldama, la fiesta de ambos santos patronos.
No en
vano, este pequeño barrio resguardado entre laderas de montes –al NE. de
Amurrio y a 480 msnm– alberga la pequeña pero coqueta ermita de San Simón y San
Judas que hacía las veces de “iglesia parroquial”, con la celebración
eucarística ordinaria, en tiempos no tan lejanos. Ahora, desde hace unos 60
años, no hay vida humana habitando el lugar, reduciéndose a tan solo subir en
este día tan señalado para celebrar la fiesta religiosa.
Cincuenta
minutos andando desde el centro de Amurrio permiten llegar a este barrio que,
pese a estar abandonado por sus habitantes desde hace ya más de seis décadas con
el resultado lastimoso que producen los años, aún mantiene en pie algunos de
sus caseríos. Alguno incluso de bello porte.
Descansando frente a la ermita, es el momento de tomar el hamaiketako, especialmente la chavalería. El tiempo ayudó para que un nutrido grupo de gente subiera a Aldama (Foto 26-10-2014)
Si nos
atenemos a lo dejado escrito (va para un siglo) el sacerdote José Madinabeitia que escribió la vida
del pueblo de Amurrio desde su nacimiento hasta 1930 aprox. en “El libro de Amurrio" (1932), vemos
que Aldama fue un barrio importante que dio algunos prohombres de la historia
pequeña del País, pero destacando que es un barrio con todos sus caseríos
bautizados con nombres propios, aunque no sea privativo de Amurrio sólo. Nombres
que están quedando en el olvido, borrados de la memoria. El Ayuntamiento de
Amurrio debería colocar una placa en cada uno de ellos que los identifique, con
lo que, además de perpetuar su memoria, serviría de conocimiento para una gran
mayoría de amurriarras (y no amurriarras) que hoy ignoran su nominación.
La ermita de San Simón y San Judas sin gente y...
...con los hermanos Garro Basterretxea (uno de ellos, Jesús, fue el médico de Amurrio durante los años de la República y la
década anterior) retratados delante de la ermita que daba servicio litúrgico a
los vecinos de los caseríos del barrio de
Aldama, que más abajo se citan, en compañía de los sobrinos y algunos vecinos de dicho barrio, en junio de 1924. (Contrasta la pared encalada con la actual moda de sacar y relucir la piedra, tanto en obra religiosa como civil).
Nada
más transcurrir los 50´ de paseo ascendente entre pinares y por camino ancho y
firme, moteado de tramos cementados, se entra en dicho barrio con una vista
general del mismo, con prados rodeados de extensos pinares en donde los
caseríos se asemejan a simples salpicaduras entre tanto verde. Primeramente,
los ojos tendrán que detenerse (mirando al lado izquierdo del camino) en los
caseríos –gemelos de nombre– Andiko de Arriba y Andiko de Abajo,
pero con pena habrá que decir que ya, prácticamente, no queda rastro ni resto alguno de ellos.
Hace 35 años se mantenía todavía en pie algún resto del paño de las paredes de
uno de ellos (ahora menguado o casi desaparecido) y del horno o labea.
Caserío Olarieta en los años del Conde de Aldama. Años después, un incendio y el tiempo transcurrido han dado con lo que la fotografía siguiente de 2012 refleja: Ruina. Instantánea (como la de más arriba) que recoge el libro de
fotografías “Amurrio 1900-1950", editado por la Asociación Etnográfica AZTARNA
Etnografia Elkartea de Amurrio)
Metros
después, más adelante (ahora al lado derecho del camino) debería salirnos al
encuentro el caserío Olarieta en cuyo seno nació uno de sus habitantes –y descendiente
más destacado y renombrado– que llegó a ostentar el título de “Conde de Aldama”. Se
llamaba Antonio de Aldama y Mendibil.
Personaje de prolija prole que en sus últimos años, a la vez que su esposa,
vistió los hábitos. Éste en la Compañía de Jesús al igual que sus tres hijos
varones que también profesaron la vida religiosa y las dos hijas, religiosas de
las Esclavas del Sagrado Corazón. Ostentó también el título de “Marqués de
Ayala” y fue diputado a Cortes por Azpeitia. En el centro de Amurrio –en el
barrio Mendiko– edificó una casa familiar de estimadas proporciones que ahora
ha sido transformada en casa de viviendas. En el libro “Amurrianos Ilustres”
(1997), el sacerdote Félix Núñez Uribe
dedica un capítulo a su enorme figura, física como en hechos. (Más sobre la
vida del Conde de Aldama, pinchando en el enlace http://www.narcisocliment.es/gente3.php?id=44
y si se desea saber quién ostentó en primer lugar el título de “Conde de Aldama”,
pinchar en el enlace http://www.narcisocliment.es/gente3.php?id=43). (NOTA 28-10-2017: Para saber más en profundidad el origen del título de Conde de Aldama y la historia de la familia Aldama, dirigirse a Aldamako kondea eta Aldama auzoa. Artículo escrito en euskara por el vecino de la Cuadrilla de Lezama, Aketza Merino Zulueta).
Este
caserío tiene –o tenía– acceso empedrado con suelo de adoquines y bello
enrejado en los balaustres del balcón, con las iniciales de su hidalguía forjadas.
Ahora, el tiempo y la despreocupación –o habría que decir dejación– de sus
propietarios lo han sepultado entre la maleza que campa a sus anchas por fuera
y por dentro del mismo. Otra ruina más.
Ruinas del caserío Olarieta y, asomando el tejado nuevo, el caserío Juandorena (Foto Abril 2006)
Rebasado el caserío Olarieta aparecen los caseríos Txabarriko y Juandorena (Foto 28-10-2012)
Si
seguimos andando, y ahora toca bajar una cuesta, nos sale al camino el caserío (E)Txabarriko.
Éste, sí existe y vive físicamente, aunque no humanamente.
Más
adelante, subiendo un pequeño repecho, nos aparece la pequeña y cuidada, y bien
conservada, ermita de los santos Simón y Judas. Santos de devoción de lxs amurriarras
todos los veintiocho de octubre de cada año.
La
misma se presenta con un pórtico abierto, con tejado a dos aguas, que descansa
en pies derechos y en su interior, formando parte del retablo aparece la figura
del titular, San Judas Tadeo, de pequeño tamaño. Según se dice en algún libro
de arquitectura religiosa “el retablo no se doró ni se pintó y en la reciente
restauración (1975) se ha barnizado. Al igual que, en esta fecha, el pórtico
abierto por sus lados se cerró con bellos balaustres construidos de madera que
a modo de barandilla dan otro empaque a la fachada y entrada al recinto
religioso. A su vez, el exterior, con la típica fisonomía de las paredes encaladas, fue alterado con la nueva moda de picar y sacar a relucir la piedra como hoy día se puede observar.
Informaba “Hauxe da” (Boletín Informativo Municipal de
Amurrio) en el nº 530 del 15-10-2014 que el pasado mes de septiembre, coincidiendo
con la celebración del XI Concierto de Campanas de Amurrio, se presentó la
campana de la ermita de Aldama totalmente restaurada. La campana que data del
año 1886 se subirá el primer día de fiesta para bajarla una vez concluidos los
festejos en honor a San Simón y San Judas. En la fotografía, José Luis Albizua Iturrino, portavoz de la asociación de Campaneros de Amurrio,
explicando los pormenores de la restauración de la esquila. Por otra parte,
dicha asociación amurriarra es la primera Asociación de Campaneros que se crea en las Provincias Vascongadas o País Vasco
Occidental (ahora Euskadi).
La esquila, antes de la restauración, asentada en
su lugar de costumbre, con el paso del tiempo haciendo mella en su estructura.
(Foto 10-02-2013)
Este
día, de este año 2014, ha tenido lugar la puesta de largo de la nueva campana o
esquila (por su pequeño tamaño) y del nuevo “campanario” (espadaña simple de
hierro) donde ha sido aposentada. Sustituyendo al anterior sobre el tejado. (Ver y oír el revolteo y repiqueo de la campana
en la ermita de Aldama a través de los siguientes enlaces: http://youtu.be/m6osWUV6qc8 y http://youtu.be/_WtKD8ok0sA).
Como
tributo a los tiempos que corren, en que todo es susceptible de compra/venta y
en que, muchas veces, nada se respeta (tradiciones, costumbres…), la campana
será descendida y bajada al pueblo después de los actos de su festividad y así
no despertar las simpatías por lo ajeno.
Justo
detrás de la ermita de los dos santos se yergue imponente por su tamaño (a lo
alto y a lo ancho), el caserío Juandorena, también deshabitado pero
conservándose en pie. Al menos, de momento, gracias a que ha sido retejado completamente.
Poco
después, está el caserío Bergantzena. Este, al contrario, está siendo
devorado por la hiedra y la maleza que ha conseguido la caída de una pared (o a
punto de estarlo). Tiempo atrás fue refugio del semental de José Abascal que en época de celo hacía
su función procreadora con la yegua que traía en sus lomos al propio Abascal en
sus visitas casi diarias a estas latitudes.
El caserío Bergantzena el 23-04-2006 con la hiedra extendiendo su manto...
y el 28-10-2012 con dicho proceso en estado más avanzado
Al
W.-NW. de estos dos últimos caseríos citados, y después de cruzar el verde
prado que lo separa, se localiza una fuente de agua ferruginosa que en los días
festivos de estas fechas era frecuentada para saciar la sed con el agua pura y
cristalina que de la misma manaba. Sin embargo, esto que era normal varias décadas
atrás en estas fechas de fiesta, ahora para acceder sin “problemas” a dicha fuente, la guía es
coger el “camino” que se inicia en las proximidades del caserío Olarieta,
aunque, al llegar a la misma, la visión es desoladora, pues no hay fuente sino suelo
encharcado, desvaneciéndose lo que una vez fue.
El caserío Bergantzena, el 10-02-2013, sin la presencia del árbol que le antecedía
Otro ejemplo
de abandono, dejadez y un largo etcétera por parte de las autoridades, a las
que les compete hacer que estas formas e imágenes y elementos menores de la vida
rural y ancestral como son las fuentes, lavaderos, hornos, etc., no se
deterioren o destruyan y menos que desaparezcan. A menudo, estos y otros muchos elementos
del mundo rural a conservar amenazan ruina en espera de una rehabilitación o -desgraciadamente-
de su desaparición definitiva.
Y esto
es, a modo muy resumido, lo que uno puede encontrarse si decide subir para
acercarse a este barrio amurriarra de Aldama. Y si se sube este día de la
fiesta patronal, puede degustar la alubiada que, como comida popular, se ofrece a buen recaudo en el lugar
adecentado para evitar las inclemencias del tiempo otoñal. Aparte,
claro está, disfrutar del paisaje, de la fauna y flora del entorno en su estado
natural. ¡Que lo disfrute y lo haga partícipe al resto de los mortales!
Peculiar artilugio de higiene para desaguar las necesidades fisiológicas
Y
recordar que todas y todos los que lleven el apellido “Aldama” no deben olvidar
cuál es el origen del mismo. Provienen del topónimo “Aldama” de Amurrio, cuyo significado etimológico es: “Rellano en la
falda del monte”, de “ALDA” (cuesta, falda del monte) y “-AMA” (rellano, meseta);
o también, con el significado de “ladera pedregosa”.
A su
vez, este barrio de Amurrio, escondido en las laderas de los montes Elexazar,
Erroiaspe (Erroiatx), Peña Negra o Aspaltza, incluye los siguientes caseríos
antes mencionados:
- Andiko: “La (casa) de allá,
del otro lado”; de “AN” (allí), “-DIK” (de, desde), “-KO” (de). O “la casa de
los Andía”. Eran dos: Andiko de Arriba y Andiko de Abajo. En alguno de ellos aún hoy se atisba algún resto de pared.
- Bergantzena: “La
(casa) de (la familia) Bergantza”; de “BERGANZA” (apellido), “-EN” (“de” con
animados), “-A” (la).
- (E)Txabarriko: “La (casa)
de Etxebarria”; de “(E)TXABARRI” (apellido), “-KO” (de).
- Juandorena: “La
(casa) de Juanito”; de JUAN, “-DO” (o TO) diminutivo, “-REN” (de), “-A” (el,
la).
- Olarieta: “(Solar
de) Los ferrones”; de OLARI (ferrón, oficial de ferrería), “-ETA” (los). Por desgracia de lo que fue y de cómo era ya no va quedando nada.
Tanto
el caserío Juandorena como Bergantzena parecen indicar, por su significado
etimológico, que eran posesión de un jauntxo
del siglo XVI documentado con el nombre Juan de Berganza de Aldama. De ahí: lo
“de Juan” o lo “de Berganza”. (Etimologías entresacadas del libro de Federico de Barrenengoa Arberas “Onomástica de la Tierra de Ayala”. Libro
3: Etimología (Antroponimia y Toponimia). Vitoria-Gasteiz 1990). En palabras de Barrenengoa: “Los apellidos enraízan
con los caseríos de donde toman su origen. Hay apellidos desaparecidos, pero se
mantiene el nombre idéntico del caserío, o del terreno donde éste estuvo, y de
donde aquellos proceden”.
Hay un
croquis topográfico de Amurrio, muy elemental en sus dibujos de situación
geográfica, cuyo autoría se atribuye a Luis
de Altonaga (con la pronunciación átona en la “o”), del año 1931 que además
de destacar los edificios emblemáticos, se destacan también los nombres de los
caseríos que circundan o rodean el pueblo. Y, por supuesto, los nombres de los
que conforman el barrio de Aldama, más los de las pequeñas cimas o altos de los
montes que cierran y abrigan el pueblo de Amurrio, o “villa” (honorífica) de
Amurrio desde 1919, por los lados N.-NE. y W. (En dicho mapa-croquis hay un
cambio u error de ubicación de uno de los caseríos de Aldama). Solía escribir
con el pseudónimo Luis de Ayala y es
autor de la “Monografía histórico-descriptiva de la Villa de Amurrio”. Vitoria,
1931.
Como
colofón a esta entrada traigo la canción tradicional que popularizara el
recordado músico, fallecido el mes de diciembre de 2010, Xabier Lete, que lleva por título “San Simon eta San Juda”:
San Simon eta San Juda
joan zen uda
eta negua heldu da. (bis)
Ez baletor hobe,
bizi gera pobre,
eremu latz honetan,
ez gera hain onak benetan.
Ez dugu zaldirik, ez gera zaldunak;
ez dugu abererik, ez gera aberatsak.
Euskara guk dugu, gu gera euskaldunak,
euskara guk dugu, gu gera euskaldunak.
Y
para los que desconozcan el euskara, la letra dice así: "San Simón y San
Judas, se fue el verano y ha llegado el invierno. Si no viniera, mejor. Vivimos
pobres en este agreste páramo. Verdaderamente no somos tan buenos. No tenemos
caballos, no somos caballeros. No tenemos ganado, no somos ricos. Nosotros
tenemos el euskara, nosotros somos euskaldunes (=el que posee el euskara)".
Para
tener más información de los caseríos y ermita del barrio de Aldama está la
bibliografía: “Vertientes cantábricas del noroeste alavés. La Ciudad de Orduña
y sus aldeas”. Tomo VI del Catálogo monumental de la Diócesis de Vitoria.
Vitoria-Gasteiz, 1988. Coordinado y dirigido por Micaela J. Portilla Vitoria y el “Inventario de arquitectura rural alavesa: Cantábrica
Alavesa”. Tomo V. Vitoria-Gasteiz, 1991 de Victoriano Palacios Mendoza.
Y, si
se está interesado sobre paseos o recorridos por los montes circundantes a
dicho barrio, se aconseja ver la entrada Escapada
mañanera a Aspaltza y Eskorla del blog “El
montañero de Babio”.
Vista general del barrio de Aldama, desde la cima de Kuskumendi o Kurtzekomendi
De izda. a dcha.: Olarieta (en ruinas), Txabarriko, Juandorena (delante está la ermita, tapada por los pinos) y Bergantzena (a la dcha. del todo) (Foto 20 Enero 2008)
NOTA 10-11-2017
El 26-10-2017 la web de
Radio Llodio (radiollodio.com) colgó una de las fotografías de esta entrada (foto
tercera, sacada el 26-10-2014) para ilustrar e informar del programa festivo
del barrio amurriarra de Aldama. Eso sí, no tuvo la gallardía, ni cumplió con la
obligación legal y ética, de citar la fuente o autoría de la fotografía
publicada.
En la revista publicitaria
“Zure Gida-Tu guía 2017-2018”, con la relación de comercios y empresas de la
localidad de Amurrio, que edita Diseño Manu Campos (DMC), dentro del apartado
“Eventos” se vuelve a utilizar la misma foto -pág. 67- (es de suponer que es
copia de la publicada en la citada página web) como ilustración, entre otras,
de la guía comercial.
NOTA 21/09/2022
Hojeando el programa de
fiestas de Amurrio de 1976, nos hemos encontrado con un artículo sin firma,
bajo el título “Aldama entre la vida y la muerte”, en el que se da cuenta del
nombre de pila de “Judas”, del Conde de Aldama, de Justo Etxeguren que fue obispo
de Oviedo y de la familia Isasi que dio una auténtica saga de sacerdotes.
Precisamente, deteniéndose en
esta familia de religiosos, en el artículo se nombra a un seglar de la misma, Juan
de Isasi y dice que es una persona “de
tanto prestigio que por él se empezó a llamar su caserío Juandorena, aunque su nombre era de Urrea”. Nombre
que se traduce en la lengua vernácula como “oro” y si valoramos el preciado
metal, el caserío que llevaba este topónimo bien destaca sobre los demás del
barrio de Aldama por su tamaño e importancia.
Es decir, el caserío “Juandorena” mencionado más arriba en
esta entrada, en realidad es “Urrea”,
si hacemos caso a lo que dice el autor del artículo aparecido en el programa de fiestas
de 1976.
Ahí lo dejamos.
NOTA 25/10/2022
En
esta fotografía aparecida entre un revuelo de otras, se ve al caserío
Bergantzena que todavía estaba, si ignoramos la endeble cubierta, en bastante
buen estado de conservación.
Ahora, tras los años transcurridos desde el año de
la foto hasta el presente de hoy, su actual aspecto le aboca a su posible y segura desaparición si nadie lo remedia.
Foto del caserío Bergantzena el 13/11/1994
NOTA 31/10/2022
Ver la entrada Este
año, Aldama sólo celebró el acto religioso
NOTA 27/10/2024
Ver la entrada Aldama,
su fiesta y una canción venida de Madrid
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