Señal indicando el recorrido
Señalando desde el mirador-atalaya el pinar donde los fortines del CdH esperan a esta visita guiada
El Cinturón de Hierro en Ugao
La mañana del día 16 de
junio de 2013 se presentaba apetitosa, llena de intriga de novela policiaca. Ya
desde primeras horas de la mañana de este día los accesos al pueblo de Amurrio
se fueron cortando para todo tipo de vehículo rodado. No sólo las entradas,
también las salidas del pueblo fueron bloqueadas. Por un momento el centro de
Amurrio todo, se había convertido en un desierto donde brillaba el gris del
suelo: el gris del asfalto, el gris de la zona de estacionamientos, el gris de
las aceras.
Por un día, Amurrio disfrutó
del día sin coche. La incomunicación motorizada del pueblo fue total. Tal es
así que faltó poco para no poder salir para desplazarnos a la localidad de Ugao-Miraballes,
donde a las 10:00 se iniciaba la visita guiada para ver in situ los fortines y
trincheras del perímetro defensivo conocido como Cinturón de Hierro, que fueron
construidos en los montes cercanos a la villa de Miravalles.
La razón de este “sitio” amistoso,
vivido a primera hora de este día que se presentaba caluroso, era la
celebración de la fiesta de las ikastolas arabarras (Araba euskaraz) en
su desembarco en Amurrio, en la Tierra de Ayala/Aiara Herri. Dicho eslogan, para
este lugar de Amurrio, debiera traducirse Aiara
euskaraz, si nos atenemos y hacemos honor a la propia y larga historia de
siglos de provincia independiente de esta Tierra.
Salvado el escollo de salir
de Amurrio, no hubo problemas para llegar a Ugao. Desde la salida de Laudio/Llodio
un cable con unos grandes clavos equidistantes unos de otros, anclados al suelo,
recorría una orilla de la carretera con el propósito –según los entendidos– de
medir la profundidad de la posible existencia de gas en el subsuelo para
extraerlo con la técnica de fracturación hidráulica llamada fracking.
Iglesia de San Bartolomé
Casa Consistorial y Ayuntamiento de la Noble Villa de Ugao-Miraballes
Llegados a la plaza del Ayuntamiento y de la iglesia, pues ambas instituciones la comparten, unos minutos de espera y tras la explicación introductoria en la misma plaza, la comitiva montañero-cultural o viceversa compuesta por 57 personas inició el camino guiado, atravesando el puente sobre el río Nervión, junto al Ayuntamiento, para ascender al mirador. (El domingo anterior, 9 de junio, en la primera visita guiada, estuvieron 77 personas con la compañía de un día más propio del invierno: lluvia y frío. Todo ello forma parte de la 2ª Semana Histórica del Cinturón de Hierro de la Villa de Ugao 2013 que se tradujo en distintas conferencias y dos visitas guiadas en sendos domingos).
Explicación introductoria antes de comenzar el recorrido
Idem, ante la casa de los Larrea
Decir que contiguo al Ayuntamiento se encuentra la casa de los Larrea, que fue Centro de Operaciones del Sector Miravalles, donde se ubicó la Sección Técnico Administrativa con el ingeniero-jefe Teodoro Ortiz de Urbina al mando. En el pequeño almacén de la casa se guardaban las herramientas custodiadas por un Destacamento de Guardias de trinchera (vigilar y cuidar las herramientas de obra). Cada uno de ellos cobraba al día 9 Ptas. Sueldo nada despreciable teniendo en cuenta que el sueldo de un gudari era de 10 Ptas/día y arriesgaba la vida.
Desde el privilegiado
mirador se da una primera explicación del recorrido a realizar posteriormente,
ya que este promontorio como atalaya que se alza sobre el pueblo (a sus
espaldas discurre la AP-68 y delante se le ofrece la imagen del núcleo urbano
del pueblo de Ugao –o villa de Miravalles (ahora con “b”), si nos remontamos al
origen jurídico de su fundación–), permite observar la ladera montañosa por
donde discurre el trazado del Cinturón de Hierro en esta parte vizcaína cercana
a Bilbo que, seguidamente, los presentes se disponen a visitar. (Desde el mismo
se otea en el horizonte las cimas de Goikogana, Kamaraka, Ollargan -peñas-,
Ganekogorta y la falda montañosa Goikiri donde se proyectan los fortines a
visitar).
El nuevo puente sobre el ff.cc. que sustituye al anterior.
El anterior puente (Foto 07-03-2010)
Para ello, lo primero fue bajar al pueblo para, atravesando el nuevo túnel (no hace mucho tiempo terminado) bajo las vías del ff.cc., cruzar la antigua N-625 –ahora BI 625– e iniciar la ascensión a la zona de Iturrigorrialde. Pero antes comentar que el anterior túnel estrecho y cerrado, de arco de medio punto era el prototipo de los construidos al proyectarse el trazado de la línea férrea. En Amurrio muchos recordarán el que salvaba el camino, luego carretera Nueva o de Vitoria (ahora Bañuetaibar kalea), detrás del edificio de La Catequesis, sustituido en las últimas décadas del siglo pasado por uno más ancho. Al igual que ahora ha sucedido con el de Ugao-Miraballes.
En la ladera de
Iturrigorrialde se encuentran situados dos fortines comunicados por una trinchera.
El primero, tras el camino de ascensión, se encuentra bastante bien recuperado,
faltando pequeños detalles para dejarlo como estaba. En los alrededores de este
fortín se recreó días atrás una escaramuza: cinco requetés ataviados subiendo
monte arriba y gudaris esperando. En facebook
está colgada la batalla escaramuza: https://es-es.facebook.com/BurdinHesiaUgaonElCinturonDeHierroEnUgao. En el siguiente vídeo
doméstico http://www.youtube.com/watch?v=eKp9lu_DtxY&feature=youtu.be se
puede caminar virtualmente por el interior de este primer fortín de
Iturrigorrialde recuperado para la memoria colectiva
A continuación nuestros
pasos nos llevaron al siguiente fortín, que ha sido excavado a mano por los
socios de la recuperación histórica del CdH. Con el permiso del dueño fueron
talados los árboles que impedían ver el pueblo situado abajo, en el fondo del
valle. El camino de conexión entre ambos fortines es la trinchera (ahora
tapada) que los comunica y por la que nosotros anduvimos para desplazarnos.
Siguen las explicaciones in situ
Conectando los dos fortines de Iturrigorrialde a través de la trinchera sepultada
Después de las oportunas explicaciones sobre el terreno, tocaba ir al fortín de Beretza, situado unos pocos metros más adelante. Este búnker fue desescombrado por medio de una excavadora durante 5 horas. Durante el mismo aparecieron 15 pares de botas de trabajadores portugueses (y botellas, entre otros objetos) que en 1960 estuvieron plantando pinos insignis en las laderas de estos montes.
En este fortín de Beretza,
tras la excavación, ha salido a la luz, entre otros restos, las aspilleras de
fusileros que se encuentran junto al nido para las ametralladoras; las entradas
acodadas para evitar que la metralla de la explosión de la bomba entre en el
fortín y el resto de la estructura hormigonada. Sobre la utilización del
hormigón, los guías comentaron que el hormigonado (hormigón+ferralla) se
utilizó en la fase final, cercana a perder la guerra. Y para que se seque y
cuaje la mezcla, había que esperar 1 mes. Para las capotas de los fortines,
entre otro tipo de material férrico, se utilizaron raíles de ff.cc. Del
cubrimiento de los mismos, apenas ha llegado intacto alguno de ellos a nuestros
días, ya que terminada la contienda civil, fueron reaprovechados –el hierro de
los mismos– para otro tipo de construcciones.
Detalle de las aspilleras del fortín de Beretza
Panorámica más amplia del mismo fortín
Terminado el paseo instructivo por la zona montañosa, se bajó por el descampado saliendo al barrio Beretza, donde se explicó los pormenores de la caída de Bilbao, cuando siete días antes (12-06-37) se rompe el cerco del CdH ante el empuje de las fuerzas fascistas del general Franco.
Última parada explicativa en la zona montañosa sobre el CdH
Abajo se divisa el puente de 9 arcos, de 11 m de
altura y 110 m de largo
Uno de los defectos que se le achacó a la construcción del CdH, fue que era una fortificación de las denominadas “pacifista” para defensa en campo abierto al estilo de la línea Maginot francesa, propia de la 1ª Guerra Mundial, pero que para este tiempo no tenía sentido.
El otro fue que, al que erróneamente
bastantes libros de historia le adjudican la idea del proyecto y que continuó con
la construcción del mismo, el capitán de Ingenieros Alejandro Goicoechea, traicionó la confianza puesta en él por el
Gobierno Vasco, pasándose con toda la información al enemigo el 27-02-1937 e
incluso debilitó las defensas en algunas zonas del Cinturón para posibilitar la
incursión del ejército rebelde. Goicoechea, había tomado el mando de las obras
de construcción, tras la traición del también capitán de Ingenieros, Pablo Murga, que fue fusilado tras ser
declarado culpable por el Tribunal junto al cónsul alemán.
Por el contrario ¡menudo
pájaro estaba hecho! Alejandro Goicoechea se aprovechó de su propia traición,
lucrándose tres veces por la misma obra: la diseña (aunque no fue él), la
construye y, finalmente, terminada la guerra, se le adjudica el
desmantelamiento y aprovechamiento de los materiales de las cubiertas de los búnkers
y demás componentes y parapetos de dicha estructura defensiva.
Como una curiosidad, se
comentó que la grafía o forma oficial de escribir el nombre del barrio del
último fortín, que comparte jurisdicción con los municipios de Ugao-Miraballes
y Arrigorriaga, es Beretxa (con “tx”), si es la parte perteneciente a U-M y Beretza
(con “tz”), si es la correspondiente a Arrigorriaga. ¿Caprichos del euskara?
Incluso es también usado como nombre de pila en su forma “Beretza”.
Poco a poco, andando paso a
paso, se fue bajando al valle, entrando por el puente de 9 arcos, de 11 m de
altura y 110 m de largo, que posibilita el transitar de los trenes. Este puente
de ojos (hay otros dos de similares características: el de Ollargan y el del
pueblo de Saratxo, en Ayala) fue hecho en piedra de sillería en el año de 1863
y construido al modo de los de la época romana, pues aún no se conocía el
hormigón.
Aquí estuvo -y ¿está?- otro de los fortines del conocido como Cinturón de Hierro.
Futura intervención arqueológica de la Asociación ugaotarra Burdin Hesi Ugaon
En uno de los arcos extremos del puente fue construida también una fortificación que ahora permanece enterrada pero que está en el punto de mira de la Asociación Burdin Hesi Ugaon (El Cinturón de Hierro en Ugao), para cuando el presupuesto lo permita, sacarla a la luz. Las fotos del folleto explicativo dejan bien a las claras cómo era y se supone que sigue ahí enterrada, más o menos intacta.
Prosiguiendo este recorrido
montañero-cultural y ahora también urbano-cultural, los expedicionarios
enfilaron por la calle Udiárraga para comprobar, en el edificio nº 21, la marca
en la pared que señala hasta dónde subió el agua en el agosto de 1983, cuando
tuvo lugar el triste espectáculo de las inundaciones que estos días se conmemoran
los 30 años.
Paseando por la misma calle,
se llega a la “Fuente de los Tres Caños”, construida hace más de 200 años, cuya
“bola” que corona la misma, ha propiciado la “tradición” desde comienzos del
siglo XX, de dar “la vuelta a la bola” como una manera de cambio de ciclo
agrícola o volver a empezar la vida cotidiana tras el fin de las fiestas de la
Villa. Así cada año, una persona elegida se encarga de hacer girar dicha bola
sobre sí misma.
Un inciso. El nombre de
“Ugao” que, en la actualidad, da nombre también a la villa de Miravalles,
proviene de la zona de Zeberio, cuyo topónimo “Ubao” llega a Miravalles con
“g”. Zeberio, precisamente procede de Severo
nombre de algún militar romano recompensado con tierras en este lugar por los años
de servicio en las legiones. La misma procedencia le ocurre a la localidad de
Laudio, que deriva de un tal Claudio (Flaudio
dicen las fuentes documentales).
Llegando al final del
recorrido mañanero, la última parada en esta calle fue para recordar a los dos
fallecidos muertos por los bombardeos de la aviación fascista del llamado bando
“nacional”. Una placa en el edificio nº 53 recuerda este luctuoso suceso.
Los hechos ocurrieron el
14-06-37 a las 11:00 de la mañana, cuando dos vecinos, ante la descarga de las
bombas de los aviones facciosos del ejército “nacional” que llegaron, tras el
planeo a baja altura del avión de reconocimiento conocido como “alcahuete”,
decidieron refugiarse (en lugar del refugio construido para la ocasión), en el
interior de una alcantarilla donde cayó desgraciadamente una de las bombas. En
su momento, había lápida de los muertos del avión en la carretera, ahora
desaparecida, pero hay foto de ella.
Explicación y Placa en memoria de los dos muertos, vecinos de la Villa de Miraballes
Al finalizar el recorrido y la charla en la plaza del Ayuntamiento, se sorteó un cuadro de las Meninas de Velázquez, réplica del que se conserva en El Prado de Madrid con el que la Asociación intenta paliar la falta de presupuesto o/y subvenciones para seguir desenterrando la historia de la guerra civil. Ya que el dinero no sale de debajo de las piedras hay que achuchar el ingenio para que, con la compra de boletos para el sorteo, se genere algo de ayuda tan necesaria, ante la tacañería de las instituciones gubernamentales disfrazada con la excusa de la “crisis".
A la terminación de la mini
excursión montañera, adornada con la visita cultural a los lugares de la recuperación
del patrimonio arquitectónico de la guerra, se puso rumbo a casa, a Amurrio,
donde la fiesta de Araba euskaraz
proseguía en su momento más álgido. En dura disputa con el calor que a eso de
las 13:00 marcaba 31º, haciendo que los espacios más codiciados fueran aquellos
que generaban la sombra, tan buscada por la inmensa mayoría de los asistentes a
este acto festivo de apoyo a la lengua vasca. Y esto es lo que dio de sí esta mañana calurosa, tanto en Ugao-Miraballes como en Amurrio.
Seguidamente se transcriben algunos datos del folleto explicativo que se entregó al comienzo del recorrido-guiado, así también unas fichas que ayudaban a comprender lo que en cada momento veían nuestros ojos, con el añadido de algunos datos entremezclados.
El Cinturón de Hierro es una
obra de defensa de unos 80 km que circundaba el área metropolitana de
Bilboaldea en forma de herradura y que trataba de proteger además de Bilbao y
las grandes poblaciones de la ría, la industria de ambas márgenes, el puerto,
el aeródromo de Sondika y el embalse de Ustara en Zollo. Todos ellos objetivos
estratégicos para la resistencia de Bilbao. (El pantano de Zollo era el aljibe
destinado para abastecer de agua a las 600.000 personas de toda esta área si
las circunstancias de la guerra así lo requerían).
Estaba formado por una línea
de trinchera, campos de alambradas situados delante de éstas, nidos de
ametralladoras, puestos de observación de hormigón y refugios y abrigos.
El Sector Miravalles se
extendía a lo largo de 11 km. El itinerario visitado consta de 3,5 km con
charlas exhaustivas acompañadas de abundante aportación documental, constatando
in situ los centros neurálgicos del trabajo defensivo proyectado y realizado.
La suerte de tener noticias
de los distintos fortines y parapetos que integran el Cinturón Defensivo de
Bilbao (“Cinturón de Hierro” es la denominación franquista que ha llegado hasta
nuestros días) vino de Indalecio
Ojanguren (fotógrafo de Eibar) quien, autorizado por el Gobierno Vasco, recorrió
el CdH fotografiándolos (dejando algunos fortines sin fotografiar como es el
caso del 2º fortín de Iturrigorrialde).
La Asociación Burdin Hesi Ugaon (El Cinturón de
Hierro en Ugao) se creó en 2011 para estudiar y catalogar los restos del CdH a
su paso por la jurisdicción municipal de la villa de Miravalles, Arrankudiaga-Zollo
y Zeberio; para proponer posteriormente a las autoridades de su preservación y
puesta en valor final de sus restos como patrimonio histórico y como recuerdo a
una generación que hizo frente común a los totalitarismos que comenzaban a
azotar parte de Europa.
La ruta del sector de
Miravalles visitado, discurre desde Iturrigorrialde a Beretza donde se pueden
observar dos fortines de hormigón con sus diferentes dependencias Eran parte de
la línea defensiva más fortificada de todas las que corrían por la comarca. Tienen
en proyecto la señalización de los mismos. De momento hay 3 señales puestas el
año pasado. En un futuro, pondrán paneles de orientación con fotos antiguas.
El fortín denominado
Iturrigorrialde está compuesto por nido de ametralladora doble con puesto de
observación, un pasillo tabicado con dos puertas de acceso al nido (que
protegía la posible entrada de metralla por las troneras a una gran estancia
para abrigo de tropa) y dos cortinas o parapetos de hormigón aspillerados para
fusilería que flanqueaban los ángulos muertos del fuego de ametralladoras.
El fortín de Beretza cuenta
con un nido de ametralladora simple, comunicado por un estrecho pasillo a una
gran estancia posterior y al igual que el fortín anterior, dos cortinas para
fusileros flanquean el nido.
El 14-06-1937, a las 11:00 h
de la mañana, un avión de un escuadrón del ejército nacional arrojó varias
bombas. El vecino de Ugao Félix
Urrutikoetxea Intxaurraga estaba trabajando en una huerta del barrio Santi Laurenti con su burro atado a un
poste y, su amigo, también vecino y caminero, Simón Agirre Sierra, transitaba por la carretera. Le comentó Félix
tras haber pasado el alcahuete (avión de reconocimiento que visualizaba el
terreno antes de llegar los que tiraban las bombas) que vendrían enseguida los
bombardeos y le convenció para meterse en una alcantarilla anexa a la huerta,
con tan mala suerte que una bomba cayó exactamente dentro de ella matando a los
dos vecinos de Ugao. El burro no murió.
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