martes, 31 de enero de 2023

Un santo peculiar para las ayalesas y ayaleses

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La coqueta ermita y el santo que la habita

 

Un santo peculiar para las ayalesas y ayaleses

Teníamos la asignatura pendiente durante muchos años, décadas se puede decir, de visitar y ver a un santo peculiar. Era una espinita que teníamos clavada y que, con la visita de hoy, creemos haberla desalojado del lugar que llevaba tiempo recordándonos que no podía pasar más tiempo sin visitarle y verle y más el día de su fiesta.

No sólo por su nombre, que pocas personas y tal vez ninguna lo ostenta por estos lares, sino por la leyenda, por unos versos que desde tiempo casi inmemorial están asociados a su persona, al menos en la Tierra de Ayala desde la que escribimos estas líneas.

El santo en cuestión es San Babilás que tiene dedicada a su advocación una ermita en el centro del pueblo disperso en distintos barrios de Olabezar (léase Olábezar, que es lo correcto y suena mejor, y... que así se pronuncia en esta Tierra de Ayala).

El día de su fiesta es el 24 de enero, día de frío invierno casi gélido como el de hoy de este año 2023 y nos hemos decidido a visitarle en su rehabilitada y coqueta ermita. Se dice protector contra las enfermedades reumáticas derivadas de los huesos y articulaciones.

 

Minutos antes de celebrarse la misa, el sacerdote con la colaboración vecinal ultima los preparativos ante los ojos de la incisiva mirada del santo patrón, San Babilás

 

El ambiente festivo, tras los cohetes de rigor, ha dado comienzo a las 12:00 con la misa oída en su honor y celebrada por un sacerdote nuevo, pero con muchas misas en su haber. Un sacerdote que es ejemplo de todos los actuales que en pueblos pequeños les toca lidiar a la vez con varias y bastantes parroquias de distintos pueblos como los que componen el municipio de Ayala/Aiara. Hecho este que no es sólo propio de Ayala sino de otras latitudes también, porque la falta de vocaciones sacerdotales va haciendo mella en las poblaciones respectivas.

 

 

 

A punto ya, del comienzo de la misa

 

 

Comienza la misma con el sonido del cuerno

 

 

La misa ha sido acompañada de voces féminas entonando cánticos religiosos bajo la guía musical de Inaki Otegi –señor y caballero, igualmente a la vez– que con su acordeón ha ido acompasando a las mismas. Después de la misa, su música se iría oyendo fuera de la ermita y en el centro social de la localidad. 

De este gran músico ayalés podríamos decir muchas cosas y todas buenas. Lleva la música en su sangre. Formó parte, siendo uno de los integrantes, del mítico grupo Skorpio de Amurrio, conocido y no olvidado por los más mayores para, años después, seguir con la música, más para andar por casa, con el grupo Ganeko que lo componían “Kanpanera” y él. (Traemos a estas líneas el enlace La Petronila: últimamente, la gran olvidada de los ayaleses de su actuación musical en la romería de la virgen de Valcorta).

No faltando tampoco en la celebración eucarística las intervenciones puntuales de J. A. Alaña que, con su toque especial, ha hecho sonar el sonido bronco, pero no estridente, del cuerno. (Ver El escaparate de los cuernos esculpidos).

 

 

Finalizada la celebración de la misa, leemos detenidamente los textos grabados en el cuerno por Alaña, un auténtico artista, héchose a sí mismo

 

 

La música y los cánticos han hecho a más de uno y una despegar los pies del suelo siguiendo el ritmo que el sonido musical clamaba. En ello nuestro nuevo cura daba buen ejemplo de que la seriedad religiosa del acto no está reñida con la armonía que emana la música, aunque esta sea religiosa y en el interior de un recinto religioso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Altar de la ermita, con San Babilás presidiéndolo, custodiado a su dcha. por San Roque y a su izda. por San Antonio de Padua

La celebración de hoy, y suponemos que de años atrás, aunque el COVID-19 trastocó los planes de los dos últimos años, ha sido sencilla con la asistencia de parte del vecindario de Olabezar (era día laborable y de no salir de casa por el frío reinante) y otros, llegados de pueblos limítrofes como Amurrio.

Como en familia, algo numerosa pero no excesivamente, se puede catalogar la presencia de los presentes en el acto de celebrar a San Babilás y recordarlo una vez al año, al menos.

 

 

Un momento de la improvisada romería, finalizada la misa

 

Después del bailoteo, a modo de improvisada romería, en el pórtico de la ermita terminada la misa (ver algunos momentos del bailoteo y jota en los siguientes enlaces https://youtu.be/DBrlS-FogMw y https://youtu.be/QZzGLzlrDVM), los presentes se han dirigido al son del acordeón, pandereta y castañuelas al edificio de la antigua escuela y vivienda del maestro. Bonita edificación, hoy convertido su interior en acogedor centro social y sede de la Junta Administrativa que gobierna y defiende los intereses de todas y todos los olabezartarras.

 

Nos vemos traspasando la verja forjada con su nombre, camino del centro social donde continuará la fiesta en honor al patrón San Babilás

 

En este recinto ahora calentito que nos gratifica del frío exterior, nos esperaba una larga mesa llena de vituallas de todo género que los presentes han sabido darle la respuesta adecuada.

 

 

Es un ver y no ver, pues pronto los platos quedarán vacíos y los estómagos agradecidos

 

La música no paraba y los bailes a lo agarrado como a lo suelto con jotas y cadenetas han hecho acto de presencia tomando el espacio que alrededor, dejaba libre la alargada mesa repleta de culinarias necesidades del comer.

Entre charla, conversación y bailoteo ha transcurrido el final de esta mañana fría del santo San Babilás. A la tarde proseguirá la fiesta con actos como el campeonato de brisca en el juego de cartas y, el fin de semana que viene, habrá concurso de tortilla de patatas; finalizando en el juego de cartas, con el campeonato de mus.

 

La música y el cantar a capella y a coro improvisado son normas no escritas que se convierten en tradición

 

Una ausencia que se ha echado en falta y se ha notado, ha sido la ausencia de niños, valga la redundancia, que estaban en la escuela o/e ikastola. A ellos, San Babilás no ha conseguido ausentarles de las aulas de estudio.

 

Y los bailes espontáneos no tardan en hacer acto de presencia

 

Como decíamos al principio de esta entrada, era una espinita que se remonta a varias décadas atrás. A cuando mi madre, funcionaria del Ayto. de Ayala en Arespalditza, tuvo el sobresalto por lo inesperado de recibir una llamada telefónica de la Radio Nacional de España interesándose por la leyenda, dicho o aseveración que envuelve y hace protagonista a nuestro santo San Babilás.

Así, terminada su jornada laboral y ya en casa, a eso de las quince y pocos minutos de la tarde, recibió la llamada acordada entrando en antena de la mano del locutor y responsable del programa de la tarde de dicha emisora, Andrés Aberasturi (léase Aberásturi, que es lo correcto, pues en la lengua euskara existe también la pronunciación esdrújula, aunque sin acento tónico vocálico y, además, suena mejor). Locutor de radio que todavía hoy sigue en activo, ahora con apariciones más puntuales en la programación matinal de dicha radio.

Un poco nerviosa al hablar por teléfono fue relatando el hecho, la historia, la leyenda del enfado de una vecina de Olabezar con el santo del lugar, San Babilás, con la retahíla de imprecaciones, improperios y reproches que le lanzó por haberle “aconsejado” tan funestamente a la hora de la elección de un buen yerno.

Llevaba pues un tiempo pensando en tal hecho, en la entrevista hecha a mi madre por dicho locutor que dio a conocer a toda la ciudadanía del Estado español de aquel tiempo este relato, este enfrentamiento de una mujer de Olabezar con su santo patrón, San Babilás, que no por eso se deja de quererle y venerarle y es venerado y querido en dicho pueblo.

No vamos a decir aquello de que podemos morir tranquilos, pero sí que estamos tranquilos, con la espina sacada y cumplida la penitencia de haber dado a la luz de nuevo, pues este suceso ya se conocía y se ha puesto sobre papel y con algunas variaciones en los versos de las imprecaciones o improperios vertidos contra el santo, nuestro Santo San Babilás.

La tradición cuenta que una madre, vecina del pueblo de Olabezar, tenía una hija casadera y la criatura iba camino de pasársele el arroz. Así que la madre, siempre buscando el bien de la hija como hacen todas las madres, llevaba tiempo pidiéndole a San Babilás que le diera un marido para su hija.

Y la buena mujer suspiraba:

  ¡Ay! ¡San Babilás! Buen yerno me darás.

Así, día sí y otro también, hasta que un día que en esas estaba, el sacristán le oyó la petición al santo y, estando semi oscuro y en penumbra el lugar, con voz grave y severa le respondió:

  Cásala con el sacristán que es chico muy galán.

Y de esta manera su hija encontró marido y ella yerno. Pero… Al cabo de unos años, vio que el yerno no era de buen percal. Más bien era un poco arlote y un bastante ganorabako y alferra (1).

Desilusionada con el yerno que le había tocado en suerte, un día se dirigió a la ermita, al encuentro del santo San Babilás y, con el disgusto en un puño y la rabia en el otro, esto le espetó:

  ¡Ay!...

   Patazas manazas

   Cara de cuerno

   Como tienes la cara

   Me distes el yerno

Así, desde tiempos atrás, estos versos de métrica definida y esta historia forman parte del acervo popular del pueblo de Olabezar que le hace ser depositario del mismo y le distingue con su propia peculiaridad que traspasa fronteras.

 

 

Un primer plano de la puerta de acceso al interior de la ermita


El coro de la misma. Sencillo pero que no puede faltar en cualesquiera de los edificios religiosos que se precien de tales

 

Ahora cumplida esta faceta reseñada, nos queda añadir en la Wikipedia –enciclopedia virtual de internet– que hay un tercer San Babilás que acompañará al San Babel, como se le conoce en su lugar de nacimiento Antioquía (ahora parte de la actual Turquía) al obispo que, junto a tres niños, fue martirizado en el año 250 bajo la persecución del emperador romano Decio, y al San Babilés de Boadilla del Monte (Madrid), patrón de este municipio que, según la tradición, fue martirizado alrededor del año 715 junto con 80 niños a los que daba clases. Aunque a este obispo y mártir lo hacen natural de Pamplona, lo que ello trae a discusión, entre los estudiosos, si en verdad hubo un San Babil o San Babilés navarro.

Intentaremos dejar pues, testimonio de nuestro santo en dicha Wikipedia al hablar en la reseña sobre el pueblo de “Olabezar” y sobre el santo mártir “San Babilás”. Así que nos apresuraremos a agregar a nuestro “Babilás” ayalés para general conocimiento de todos los mortales y darlo a conocer a medio mundo, por lo menos.

Nuestro San Babilás es nuestro santo peculiar y después de lo acaecido, ¡ojo! con enemistar a las mujeres ayalesas que son de armas tomar. Haced como la corriente de los ríos. Dejad que discurra, nunca represar y menos encarar o enfrentar. A buen entendedor …

 

Otra imagen de la ermita, rehabilitada y renovada hace pocos años, que guarda a nuestro peculiar santo San Babilás 


Al respecto de la fiesta de San Babilás tengo una anécdota no vivida por mí, sino por un tío mío que se fue a México atendiendo a la llamada migratoria. Me lo refiere en un escrito como respuesta a un cuestionario que le envíe hace ya bastantes años. A dicho país se fue sin apenas haber cumplido los 17 años y me dice que en su adolescencia las fiestas estaban vedadas.

Estamos hablando del año 1927 y ese año en el mes de marzo se iba a embarcar para ir a América y me cuenta que “en enero era la fiesta de San Babilás, que se celebra en Olabezar, por aquello de que yo me iba de España, solicité permiso a los padres de ir a la fiesta, pero no hubo permiso”.

Estamos hablando de un chaval, todavía sin cumplir los 17 años, que vivía en Izoria y que solicitaba permiso para acudir a la fiesta de San Babilás en Olabezar. Fiesta que no transcurría ni se celebraba en horas nocturnas como hoy día son la mayoría de ellas y que los dos pueblos distan por carretera sobre 2 km.

 

 

 

Programa festivo de este año post pandemia 2023

 

 

Ya de retirada, retratamos esta fuente pública con su original "vaso" de beber

 

Hay otro hecho –y este es histórico– que hace protagonista también al pueblo de Olabezar. Su jurisdicción acoge el sagrado lugar –éste de matiz político– del “Campo y Mesa de Zaraobe” escenario en el que, desde tiempo inmemorial, celebraban sus Juntas Generales los naturales de la Tierra de Ayala junto a su Señor, donde se ejercían las funciones legislativa, judicial y ejecutiva de las y los vecinos de la Tierra. (Ver el enlace https://www.youtube.com/watch?v=fsJUh1-yIGI al respecto del recinto mencionado).

La Ayala de los 36 pueblos, la Ayala de las 5 Quadrillas (Lezama, Amurrio, La Sopeña, Llanteno, Oquendo) que hacen de la Tierra de Ayala – Aiara Herri: Una. Ahora, desde mediados del siglo XIX, conformada o dividida en varios ayuntamientos con jurisdicciones distintas, pero sin perder su esencia ayalesa. (Añadimos el enlace Bostak Bat para saber y profundizar en lo referido a este último párrafo).

Sin más, y habiendo satisfecho una deuda de varios años, pedimos a San Babilás que nos proteja de las dolencias de las articulaciones y huesos varios y aconseje acertadamente a las peticiones de las madres que buscan un buen marido para sus hijas y un buen yerno para ellas.

(1) Palabras usadas en el habla euskara con estos significados. Arlote: persona descuidada. Ganorabako: persona insustancial. Alferra: vago.

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