La distancia de la imagen puede llevar a engaño pero el corte hecho al río, con la destrucción de la ribera, no admite discusión. La orilla del mismo ha sido engullida y desaparecida con la sobredimensionada escollera
¿Legal?
Puede que sea legal, pero es una aberración, un atentado a los ojos y, sobre todo, al paisaje y a la misma naturaleza.
Nos referimos al estado en que han dejado la ribera del río Nervión a su paso por el molino Pikatza, tras el supermercado Eroski de Amurrio.
Todo ello como resultado y consecuencia de las obras de encauzamiento de las aguas residuales que se están llevando a cabo en este último año con motivo de la construcción -¡por fin!- de sendas depuradoras para el tratamiento de las mismas en Amurrio, cerca de Markijana, y Laudio, en Areta.
Cualquiera puede ver que en esa orilla no existe ribazo o ribera alguna, pues su lugar lo ocupa ahora la enorme escollera que se levanta y eleva varios metros sobre el cauce del río. Nada digamos de los árboles, grandes de tamaño, que se han venido abajo por dicha obra.
Comparativa de las dos orillas del río Nervión a su paso por el caserío y molino Pikatza, rodeado de arbolado
¿Cómo se ha permitido hacer esa escollera de grandes piedras invadiendo y adentrándose en el río, desproporcionada en su dimensión y en el espacio robado a la ribera del río?
¿No se podría haber hallado la solución de hacer dos escolleras de contención a distinto nivel que no hiera la visión de los ojos y al propio hábitat de la ribera fluvial del mismo?
Ello además habría posibilitado continuar el “bidegorri” o Vía Lineal del Nervión que viene de Olakoibar hacia Maskuribai que ahora, y en contra de las protestas vecinales que se plasmaron en la recogida de firmas, deberá hacer un alto para cruzar la carretera de Vitoria con la inseguridad y peligro que ello conlleva.
Bidegorri que bien podía haber transcurrido bajo el puente (evitando cruzar la carretera) y continuado por la escollera a menor altura que sería inundable en momentos de máximas crecidas del propio río Nervión.
El distinto nivel de las dos orillas es palpable. La ribera de la margen izda. del Nervión ha desaparecido totalmente
Pero no. Han ignorado la alternativa y posicionamiento de las y los vecinos del barrio plasmado en la recogida de firmas en aras a evitar tener que cruzar la carretera en el próximo bidegorri a construir.
Y, por otro lado, el adefesio, atentatorio para la vida del río, nos refleja como espejo, el nulo respeto y amor a la naturaleza y al embellecimiento del pueblo de los que están en el gobierno que, incluso, parecen alardear de ello.
¡Así nos va!
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