Por una vez, sin que sirva de precedente
Título apropiado para esta entrada que nos descubre que a veces –muchas veces– la naturaleza nos supera en muchas cosas, en casi todas.
Sin prisa, como es propio de la naturaleza, pero sin pausa, el arbolado pugna no sólo por alcanzar el 4º piso sino que, si le dejan, conseguirá sobrepasarlo
Hete aquí, en Amurrio. Para ser más exactos, si se quiere, en Mendiko kalea junto a o al lado o cerca del nuevo ambulatorio o centro de salud donde antes estuvo el representante y digno caserío Azkarraga de arquitectura y usanza de vasquidad conocido por el apellido del inquilino del mismo, que el arbolado –el número de árboles– que tiempo atrás fue plantado a la par de urbanizada la calzada de dicha calle, ha superado con creces, o está a un palmo de conseguirlo, la altura de las edificaciones que se levantaron y se levantan en paralelo al mismo en la finca, otrora escenario de la portátil plaza de toros y lugar de concentración y reunión también de las barracas festivas.
El tupido tapiz vegetal tapa, envuelve y cubre la fachada de la edificación de viviendas
Cuatro alturas atesoran estas edificaciones en este lugar y los árboles que en paralelo y linealmente escoltan a las mismas, sus copas –¡no lo van a creer!– andan o les falta poco para llegar y alcanzar la altura del 4º piso. ¿Es una proeza o es la magnificencia de la naturaleza en su estado puro?
Teniendo en cuenta que las fachadas de estas edificaciones están orientadas al sur, de agradecer será recibir la sombra y frescura que estos árboles de cuatro pisos de alto “provocarán” a los habitantes de las viviendas.
Lo dicho. La naturaleza, en este caso (y en otros muchos también), nos demuestra que supera a la ambición humana, siendo capaz de asombrar –y dar sombra, entiéndase el sentido de las palabras– nada más y nada menos que a las cuatro alturas de pisos.
Érase un árbol, unos árboles "adosados" a una fachada a la que hacen sombra, no sólo en el sentido literal del término sino que también en altura y en la ambición de superarla.
En su frente, otros ejemplares de arbolado que les queda mucho todavía por crecer para rivalizar y enseñorearse con sus hermanos fronterizos
Decíamos en el titular “sin que sirva de precedente”,
pero más bien deberíamos decir ¡ojalá no sea un precedente! y pueda ser más
habitual que la excepción aquí expresada y plasmada en esta escritura y con el
auto de fe de las instantáneas que lo que no refleja lo escrito sí lo hace el fotografiado
de las mismas. (Fotografías de este día, 14-06-2021).
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