Concluidas las labores de reposición de baldosas nuestro particular icono quedó invisibilizado e ignorado para escarnio de la alcaldía amurriarra
Este es nuestro Ayuntamiento
La afirmación del
enunciado de esta entrada podríamos convertirla también en pregunta: ¿Es este
el Ayuntamiento de Amurrio que queremos?
Resulta que,
recientemente (primeras semanas del mes de febrero de 2020), ha tenido lugar el
arreglo, con sustitución de las baldosas rotas, deterioradas o sueltas, del
entorno de la iglesia y zonas aledañas.
Resulta también que,
en ese mismo entorno, de un tiempo a esta parte, el hueco que ocupaba una
farola con su pie, y que un día apareció caída, fue revestido por un pivote de
señalización que fue anclado con tornillos al suelo. Hecho que busca evitar
accidentes al o a las y los vecinos que transitan por el lugar.
Visión del periodo de obras con la sustitución y reposición de las baldosas deterioradas o rotas
Nos estamos
refiriendo a la zona norte de la iglesia, cerca del edificio de La Catequesis,
frente a la casa y antigua carpintería de Revuelta.
La farola, por
cierto, colocada en su momento sin miramientos de la idoneidad de su ubicación.
En medio casi de la zona de tránsito del paseo.
Pues hete ahora
que en el Ayuntamiento amurriarra, mientras y tras la sustitución de varias de las
baldosas del suelo, no han reparado en el hueco que tapa o disimula dicho
pivote preventivo.
Nuestro ¡ya! icono permanece atornillado en espera de que se busque una solución a su situación
Por lo que ahí
sigue, después de terminar la reimplantación de baldosas del entorno de la
iglesia y aledaños.
Se puede decir que
va camino de convertirse en otro icono del pueblo y del "buen" hacer de nuestro Ayuntamiento.
A ver si al leer
esta entrada... reparan en el mismo. ¿No llegaría el presupuesto para otra
baldosa?
Mientras tanto,
ahí tenemos nuestro tótem de adoración. Démosle pleitesía.
Otra visión de nuestro pivote, icono inconsciente de Amurrio, por el tiempo que lleva ahí sin saber que solución hallarle
Por cierto, el
Ayuntamiento ¿no tiene noticia de la peligrosidad del firme del suelo? En
especial, en los tramos de más inclinación o cuesta que, en época de lluvia o
heladas, fácilmente propician resbalones que pueden llegar a producir alguna
que otra desgracia.
¿No podía el
Ayuntamiento haber aprovechado la sustitución de las baldosas rotas por otras
de cara rugosa (no lisas y deslizantes como las actuales) que eviten las
situaciones resbaladizas de las que se pusieron en su momento? Al menos, en las
zonas más proclives al resbalo y caída que son donde la inclinación es mayor y
más pronunciada.
NOTA 06/03/2020
Hoy a nuestro
pivote icónico se le ve acompañado… A cierta distancia, por lo del coronavirus
famoso: mínimo, entre metro y medio y dos metros.
Eso sí, el
acompañante campa a sus anchas: hoy aquí, mañana allí, pasado en otro lado...
Y es que está
libre. No como nuestro protagonista, anclado, atornillado en el suelo, que permanece
inmóvil, protegiéndonos del hueco que, hace ya un tiempo, ocupara una de las
farolas del entorno urbanizado de la iglesia.
Ahora se le ha acercado un congénere. Tal vez, por el efecto llamada de la especie. ¿Vendrán más?
NOTA 20/06/2022
Ayer, domingo, se celebró el Corpus Christi por parte de
la Iglesia católica. En realidad, su día y su fiesta fue el jueves anterior,
día 16, pero que al no ser festivo en el calendario laboral la propia Iglesia
lo traslada al domingo siguiente, denominándolo “Domingo del Corpus”. Dicho día
se culmina con una procesión en que se lleva la hostia en una custodia.
Ya saben aquello que dice que “tres jueves tiene el año
que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión”.
No, no os asustéis, no vamos a hablar del tema religioso,
pero sí que, en la procesión, rodeando la iglesia, hubo que pasar junto al
pivote puesto por el Ayuntamiento de Amurrio desde hace algunos años y la mala
suerte hizo que una señora se desplomara al suelo al no verlo, entre el gentío,
y tropezara con el mismo.
Esta foto del 19/04/2022 nos ilustra un nuevo pivote que
sustituye al anterior. Eso sí, sin anclaje al suelo
También sucedió que en ese momento el citado pivote no
estaba aposentado en su base sino suspendido sobre el saliente del suelo donde
hace unos años estuvo asentada una de las farolas puestas por el ayuntamiento
en la trasera o lado norte de la iglesia.
Pudo haber sido más grave, incluso días más tarde
hablando con la señora nos dijo que tuvo que acudir a Urgencias por los dolores
que aparecieron transcurridas unas horas del accidente con diagnóstico de
alguna costilla rota.
El tiempo pasa con el ayuntamiento impertérrito. Nada
sabe de que la solución dada no es la idónea o nada le transmite la ciudadanía
de que la solución dada –más bien un parche– no es la solución.
El caso es que seguimos con nuestro pivote marcando
terreno, enseñoreándose del lugar hasta ver si da algún nuevo susto al
transeúnte descuidado que transite por sus dominios.
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