Lezama, Sí existe
Como
consecuencia del lamentable y grave hecho del disparo de un tiro contra la
ventana de la cocina de un caserío donde, en ese momento, se encontraba dentro
la familia que lo habita, la noticia, que no tardó en propagarse, fue que tuvo
lugar en un caserío de Amurrio.
Animando
y deseando que a la familia afectada se le vaya pasando el susto que pudo tener
graves consecuencias, con riesgo de sus vidas, por la actuación in o consciente
de un “policía nacional” retirado de 74 años contra su caserío, por colgar en
una de sus ventanas la banderola en favor del acercamiento de los presos
políticos a las cárceles de Euskadi y, por deducción, en contra de la
dispersión geográfica por toda la geografía del Estado español a la que se ven
condenados, esperamos y deseamos también que el grave incidente se esclarezca y
se resuelva hasta dónde llegan las implicaciones político-ideológicas de su
autor o si fue un hecho aislado.
Foto extraída
del medio de comunicación, con domicilio en Laudio-Llodio, Aiaraldea.eus, donde se ve el agujero y rotura del cristal de la
ventana producido por la bala disparada. Vista desde el interior del caserío
Para
poner al corriente al lector menos informado, se debe decir que el hecho grave
de disparo de un tiro con rotura del cristal de la ventana e introducción del
proyectil en el interior de la vivienda del caserío, impactando contra la pared
de la cocina, acaeció el pasado domingo (06-01-2019).
Dicho lo
anterior y solidarizándonos de nuevo con la familia que también se hizo patente
con la concentración institucional del Ayuntamiento de Amurrio, este pasado miércoles,
pasamos a concretar y clarificar el titular de esta entrada.
Sabido el
suceso, todos los medios transmitieron que el mismo había tenido lugar en un
caserío del pueblo de Amurrio. Ubicación geográfica, de lugar, que no se salió
ni una línea en el guión de los informativos televisivos, radiofónicos y
escritos. “Amurrio” fue la palabra que machaconamente aparecía en todos los
teletipos informativos hablados y escritos. Y ¡ojo al dato! en medios de aquí,
como la radiotelevisión vasca y periódicos de tirada nacional también editados
aquí.
Algún
medio tímidamente ampliaba o, mejor dicho, acertaba a decir que el suceso
ocurrió en un caserío “del concejo de
Lezama perteneciente al municipio de Amurrio”. Otras afirmaciones vertidas
que intoxican más la desinformación de referencia, comulgan con “un caserío del barrio de Lezama de Amurrio”
o “un barrio rural de Amurrio”.
Ello
también, nos trae al recuerdo que, hace unos años, tras el descarrilamiento de unos
vagones del tren que hace el trayecto Bilbao-Miranda de Ebro, a su paso por
Lezama, se informaba que el hecho se produjo en el “barrio de Lezama en Amurrio”.
Mapa toponímico
de parte del pueblo de Lezama,
conformado de barrios que engloban caseríos dispersos
El pueblo de Lezama dista 5 km (en el pk de la iglesia) del pueblo de Amurrio. Entre ambos se sitúa el pueblo
de Larrinbe
Pero la
tónica general es que el pueblo de Lezama no existe para estos medios. Nos
viene a la memoria las palabras del Lehendakari
Juan José Ibarretxe que refiriéndose
a las antes Provincias Vascongadas, ahora Euskadi, decía que “somos un pueblo
pequeño y nos conocemos todos”. No debe ser aplicable a la geografía, pues en
la información ofrecida sobre este grave incidente se resalta que tuvo lugar en
Amurrio y no en Lezama, cuando es todo lo contrario. Lehendakari que tiene un caserío
de su propiedad en las cercanías del suceso, ya que sus antepasados maternos
son originarios de dicho pueblo de Lezama.
Es de
esperar que la Junta Administrativa de Lezama que sostiene y lleva las riendas
del gobierno del citado pueblo de Lezama, además, y sobre todo, de lamentar el
grave atentado producido contra unos de sus vecinos y arroparlos anímica y solidariamente,
haya alzado también la voz en protesta por el ninguneo que el pueblo de Lezama
ha recibido de los medios de comunicación, por la omisión y ocultamiento de la
existencia del mismo, cuando no la indignación de sus habitantes por rebajar su
pueblo a mero “barrio”. Porque Lezama existe. En lo bueno y en lo malo; para
las noticias positivas como para las negativas.
Para el
no avezado en lo concerniente sobre lo dicho de Lezama, recalcamos que hablamos
de Lezama, la localidad del Territorio Histórico de la Tierra de Ayala - Aiara Herri,
no la otra Lezama -Santa María de Lezama-, la del ahora Territorio Histórico de
Bizkaia.
Otra imagen, casi idéntica a la anterior, del mapa toponímico del pueblo de Lezama
La
localidad de Lezama anexionada actualmente al municipio de Amurrio desde 1976,
fue, hasta esa fecha, cabecera con ayuntamiento propio que comprendía además de
Lezama (capital) a Astobitza (ahora mortuorio), Baranbio, Larrinbe, Lekamaña y
Saratxo.
Todos
ellos pertenecientes ahora al municipio de Amurrio, tras la dicha anexión de
1976. Pero todos ellos también mantienen su identidad propia como pueblo, con
su iglesia, pequeño núcleo urbano y el mayor, disperso a lo largo de su
jurisdicción administrativa y con su propio gobierno, en forma de Junta
Administrativa, que administra las tierras y montes comunales, además de gestionar
otros servicios varios que le son propios.
Todo lo
anterior queda plasmado en estas líneas con el deseo de que el y la lezamarra,
la y el habitante y vecino/a de Lezama, salte de su silla ante tanto atropello
y grite: ¡Lezama existe!
Lezama,
en verdad, Sí existe y los demás
pueblos de la histórica Tierra de Ayala - Aiara Herri, también.
Un ejemplo
-¡otro más!- de la descafeinización de lo denunciado más arriba lo tenemos en
las definiciones de la página web de Euskaltzaindia, rebajando a los pueblos
ayaleses a simples barrios, robándoles la dignidad de pueblos. Es decir, los
tilda de barrios de otro ente superior que es el municipio. En la siguiente entrada,
El gentilicio de Amurrio (al
final de la misma), se dan unos retazos sobre esto último.
NOTA 28-03-2019
Ahondando en
lo escrito anteriormente o trayendo, si se quiere, otro argumento de denuncia
como el que refiere esta entrada, es el suceso de ayer.
Suceso que afortunadamente
no ha tenido consecuencias ni desgracias personales, aunque sí cuantiosos daños
materiales, como es la destrucción de un caserío a consecuencia del incendio desatado
en la madrugada de ese día.
La noticia
que da la prensa dice: “Un incendio provoca el derrumbe del tejado de un caserío situado
en el barrio de Txabarri-Madaria de la localidad alavesa de Aiara”.
"Las llamas
arrasaron el caserío del barrio Chabarri, en Madaria". Dice el pie de foto de EL CORREO
Y si está mal
informado lo anterior, la noticia, para más inri, se recoge de la agencia EFE
de la que beben los medios que la publican. Graciosamente, medios de aquí que,
hasta para las noticias de aquí, necesitan acceder o copiar de medios
extraterritoriales al territorio cercano donde se produce la noticia.
Así, el
diario DEIA ni se inmuta al darla, copiándola directamente de dicha agencia de noticias. O la misma EITB: “Una familia (tres adultos y dos niños) ha sido desalojada esta
pasada madrugada en Ayala tras declararse un incendio en un caserío del barrio de Madaria, según ha informado
el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco”. En este caso, parece ser la Ertzaintza
la que da la (des)información sobre la situación del lugar del suceso.
El único que
atina y acierta de pleno al dar la noticia del suceso es EL CORREO: “El panorama
era desolador este miércoles en Madaria, en las inmediaciones del número cinco
del barrio Chabarri. El caserío, recién reformado, en el que vivía la familia
Almeida, de origen portugués, quedó reducido a escombros”.
Lo correcto,
e hilvano con la entrada de arriba, hubiera sido: “Incendio de un caserío en el
barrio Txabarri de la localidad de Madaria del municipio de Ayala (o Aiara)”. Dejando
meridianamente enclavado y distinguiendo y separando “barrio”, “pueblo” y “municipio”.
Pero qué
podemos esperar. Es la tónica de todos los días en la que incurren autoridades
y periodistas de aquí. ¿No tendrá algo de culpa las soflamas que vierte
Euskaltzaindia en su página web, cuando escribe y dice que Ayala o Aiara es el
nombre de una localidad y los pueblos que la componen son los nombres de los “barrios”
de dicha falsa localidad?, que decíamos en el último párrafo de la entrada.
Finalizo
con el anecdótico enfoque de la radio que transmite desde el Valle de Llodio. “Radio
Llodio” afirma que el suceso ha ocurrido “en el corazón de Aiara”. Vamos un verso suelto o… que no sabe por dónde
sopla el viento.
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