Todo un
detalle
… aunque
haya sido al final de su legislatura, el que ha tenido nuestra alcaldesa Josune Irabien Marigorta.
Resulta
que ha tenido a bien solidarizarse con las y los cansados paseantes que, en los
días de agradable temperatura que el rey sol les regala y en sus horas de
asueto, pululan o frecuentan estos lares, recorriendo los barrios de baja densidad
poblacional que rodean el centro populoso y urbano del pueblo de Amurrio.
Así,
gracias a esta sensibilidad, ha dispuesto el asentamiento de un magnífico banco
-de momento, solitario banco- que servirá para el respiro de las largas
caminatas de lxs amurriarras.
El
banco está acompañado de un precioso árbol que, en unos años, dará la sombra deseada para el
solaz descanso de los que aquí se detengan. Quizás falte la recurrente y socorrida papelera para que el kit sea completo.
Por
cierto, a ver si se aprovecha este reclamo para dar color a los pequeños bloques
de hormigón que delimitan, señalan y advierten del peligro que se cierne sobre
los automóviles y automovilistas, ante la proximidad del estrecho puente sobre
el río. Tal vez, pintados de rojo y blanco señalarían y advertirían mejor de
este potencial peligro.
Para el
lector/a que llegado a este párrafo no sepa o no encuentre el lugar del que
estamos hablando y en el que nos encontramos, decirle que el banco y el árbol
han sido colocado y plantado, respectivamente, al lado o junto al puente
Zabalibar (también conocido popularmente como “puente de Cortasa”, al menos
hasta no hace mucho, cuando dicha fábrica de platería tenía razón de ser) en el
barrio del mismo nombre, colindante (el puente sobre el Nervión hace de límite)
con los barrios Orue (dcha.) y Done Erroke/San Roque o Artza
(izda.)
El
Ayuntamiento de Amurrio accedió a cumplir con este detalle, apenas hace 3 meses,
es decir, en los últimos meses de esta legislatura que concluye en mayo, Dios mediante.
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