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| Vista de Maroño con Iturrigorri (izda.) y Ungino (dcha.) de fondo |
Visita a las trincheras de Maroño
Después de la aparición de la entrada alusiva a la “II Marcha de las trincheras” que se proyectó con la visita a la encimera que delimitan los montes Inábarga (Uzkiano), Atxibiarte y San Pedro de Beratza o Azkuren, no debía posponer, por más tiempo, en esta página la visita que, esta vez a título individual, realicé el mes anterior.
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| Primer búnker con el monte Babio al fondo |
Así que ausentándome del parque de Amurrio, mi lugar de residencia, el 17 de abril último, domingo –Domingo de Ramos, por más señas, por lo que habrá que retomar las buenas costumbres, últimamente alejadas de la mano de Dios– con un día precioso donde los haya, con radiante sol y temperatura súper agradable, me dispuse a girar una visita a las trincheras de Maroño, acogiéndome a la sugerencia que la revista Aztarna hacía en su nº 40 de Diciembre de 2010, págs. 28-29.
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| Al fondo el pico Iturrigorri |
Al respecto, debo matizar la ubicación, o más bien el desarrollo lineal que dibujan de la intersección de la trinchera en su recorrido hacia los dos bunkers. Si bien la trinchera nace a los pies de un joven y robusto ejemplar de haya en la planicie del monte (situación NW.), en donde los soldados descansarían y pasarían los ratos de asueto (en todo el monte no hay otro ejemplar y en el año que se construyó la trinchera, a finales de 1936, lógicamente estaba aún por nacer), posteriormente se desliza ladera abajo en zigzag, aprovechando la orografía del lugar, siguiendo dirección SE., enlazando con el primer búnker para seguir hacia el E. (o derecha, desde la visión del mapa) para conectar con el segundo búnker. En ningún caso describe el desvío hacia la izquierda, un tanto exagerado, que refleja el croquis del mapa impreso en la revista.
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| Dominando la ctra. de Orduña-Belandia |
Al llegar al segundo búnker (el situado más al E.), no deja duda de que parece que la trinchera quiere seguir avanzando hacia oriente ¿Hasta dónde? Pregunta a la que habrá que dar respuesta en próxima inspección del lugar, aunque es de suponer que iría bajando ladera abajo hasta las cercanías de la carretera. Esta trinchera se sitúa en la vertical con la carretera que viniendo de Orduña-Belandia va a morir al cruce que forma con la carretera de Los Olmos (Izoria)-Salmantón, con lo que controlaba cualquier movimiento de tropas o material bélico que pudiera darse.
Según información aportada a través del correo por un miembro de la Asociación Etnográfica AZTARNA Etnografia Elkartea (www.aztarna.es), junto a la carretera, abajo, cercano al caserío Ibarguen de Izoria, hay una torreta de luz, en la cual estuvo asentada una trinchera y nido de ametralladora, al igual que hacia Etxaurren (encima de Maroño) y hacia Lendoño, hay varias más. (Dicha información puede dar respuesta a la pregunta del párrafo anterior).
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| Vista del búnker y de la carretera |
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| Nuevo búnker, semidestrozado |
Sin embargo, lo que más me llamó la atención, aparte de ver saltar en las inmediaciones a un joven corzo, fue que hacia el lado opuesto, es decir, hacia el W. de esta trinchera, hay otra de mayor extensión lineal (la revista Aztarna no la cita) y con dos bunkers también. Estos en peor estado de conservación, no así algunos tramos de la trinchera que aparecen limpios y, me atrevería a decir, excavados a una profundidad y anchura mayor que la trinchera descrita en la revista. Calculé que de profundidad eran +- 1 m. y de anchura +-55 cm (No llevaba metro, aunque sí alguna herramienta con la que limpié de matorral el entorno e interior de los dos bunkers descritos en la revista).
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| Palacio Oruro |
Esta trinchera está en la vertical del palacio Oruro (lo que queda en pie del mismo) junto a la Casa Rural “Guzurtegi” en Maroño. Toma una dirección de W. a SE. y con tramos de la misma en muy buen estado, como decía antes. Es decir, mantiene casi intacto el tajo que hace 75 años le hicieron a las entrañas del monte. Frente a esta trinchera, más abajo, discurre un camino y a su derecha, una pequeña campa, fuera de la zona boscosa donde se encuentra la trinchera.
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| Visión de un tramo de la trinchera encontrada |
Enfrente de la trinchera que describe la revista Aztarna, se encuentra otra, en el monte Babio, a media ladera, encima de unas piezas verdes de hierbas. Situada a media distancia del alto de Babio y de la carretera de Izoria. El mejor acceso es por una pista del pueblo de Belandia, junto a unos contenedores. Cuando pasas a unos 300 m, aproximadamente, del río, hay una trinchera muy larga que va desde encima del molino de Belandia hasta las primeras piezas verdes. Es decir, desde ahí se cubre la carretera de Belandia. Si prolongamos esa pista que es para todoterrenos llegará un momento en que nos situaremos debajo del Babio, dando cara al crucero de debajo de la presa. Situados en la pista, descendemos unos 200 metros en dirección a dicho crucero y nos encontraremos con una trinchera de unos 300 m. Viene señalada en el artículo de Javier Aspuru “Un paseo por el monte Babio” (Rev. Aztarna nº 37, Julio 2009, pág. 15), según me sigue contando mi interlocutor.
Y dice más: Es aconsejable no ir con mal día, pues en esa zona y debajo de la trinchera hay una pequeña peña y es peligrosa. Es decir, mejor ir por la pista y luego bajar unos 200 metros por entre robles. Hay también algo de maleza. Otra opción es coger la pista que baja a Izoria en ese mismo lugar, es decir, encima de esas trincheras. Desde las trincheras al alto de Babio tienes 15 minutos, pero con cuidado. Ongi izan, saludos.
Tomaré nota de lo dicho y Dios mediante enfilaré los pies en busca de la localización de la trinchera del monte Babio, que tengo entendido que se compone de pared corrida construida con piedra; semioculta y camuflada con el terreno de la ladera del mismo.
Para finalizar, se debe encomiar la labor que la Asociación Etnográfica AZTARNA Etnografia Elkartea lleva a cabo para recuperar documentalmente la relación de las trincheras que existen y/o existieron por toda esta zona de Ayala y Orduña, así como de la zona de Urkabustaiz, Altube, etc. Labor esta de investigación que parece tendrá su colofón en la elaboración de un libro que recoja y describa la situación de todas ellas y demás defensas, cuyos vestigios hoy todavía se pueden ver al visitar nuestros montes. Sólo quedaría, tras materializar lo anterior, que se pudieran recuperar algunas de las trincheras como puntos de interpretación para conocimiento de las generaciones presentes y futuras.
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