La coqueta ermita y el santo que la habita
Un santo peculiar para las ayalesas y ayaleses
Teníamos la asignatura pendiente durante muchos años, décadas se puede decir, de visitar y ver a un santo peculiar. Era una espinita que teníamos clavada y que, con la visita de hoy, creemos haberla desalojado del lugar que llevaba tiempo recordándonos que no podía pasar más tiempo sin visitarle y verle y más el día de su fiesta.
No sólo por su nombre, que pocas personas y tal vez ninguna lo ostenta por estos lares, sino por la leyenda, por unos versos que desde tiempo casi inmemorial están asociados a su persona, al menos en la Tierra de Ayala desde la que escribimos estas líneas.
El santo en cuestión es San Babilás que tiene dedicada a su advocación una ermita en el centro del pueblo disperso en distintos barrios de Olabezar (léase Olábezar, que es lo correcto y suena mejor, y... que así se pronuncia en esta Tierra de Ayala).
El día de su fiesta es el 24 de enero, día de frío invierno casi gélido como el de hoy de este año 2023 y nos hemos decidido a visitarle en su rehabilitada y coqueta ermita. Se dice protector contra las enfermedades reumáticas derivadas de los huesos y articulaciones.