lunes, 30 de octubre de 2017

En la fiesta de Etxaurren



 

No pueden faltar tres ¡hurras! por Lucas y... por mi, claro

En la fiesta de Etxaurren
Me van a permitir que con esta entrada disfrute y dé rienda suelta de ese cierto ego instantáneo que a los humanos se asoma alguna que otra…, o… muchas veces. Y en este caso yo no puedo ser la excepción. Viene a colación con lo ocurrido o mejor dicho con lo que me sucedió a mí en primera persona.
Me acerqué a la fiesta de la virgen de Etxaurren, como casi religiosamente me acerco casi todos los años, con el ánimo de pasar un rato agradable y encontrarme con viejos compañeros que también profesan la devoción, al menos, de acercarse este día tan señalado al santuario de Etxaurren. (Aconsejo entrar en el enlace El montañero de Babio visita a la virgen de Etxaurren que describe la fiesta –itinerario desde Amurrio, acto religioso, las 16 estrofas dedicadas a la virgen ayalesa y el paisanaje que pulula para la ocasión–. Además el enlace http://aztarna.es/revistas/aztarna-13 que dedica unas páginas a las citadas estrofas y a su autor).
Pero no os quiero dejar más en ascuas. Fue llegar, besar y quedar campeón del juego de La Brisca. De ahí lo de permitirme que aflore un cierto ego instantáneo que decía al principio de esta entrada.
Pero vayamos por partes. Mi acercamiento a la fiesta de Etxaurren este día (10-09-2017), trajo consigo la exposición y venta de las revistas (no todas) que la Asociación Etnográfica AZTARNA Etnografia Elkartea edita y lleva editadas a lo largo de los últimos 21 años.
Así que en unos de los “stand” habilitados, se depositaron las revistas, teniendo de fondo además del incomparable marco de la sierra de Sálbada, la compañía de nuestra bandera (conocida como la pomelada) aunque muchos la desconocen e incluso la ignoran, estando como están inmersos e intoxicados de tanto nacionalismo aranista como constitucionalismo español. Va llegando la hora de desintoxicarse.
 

La exposición y venta... y la pomelada que nos representa


Tal es verdad lo que comento que estando en animada conversación (fuera del “stand”) con una pareja, ella catalana de ascendencia gaditana y él de Arespalditza, con el hilo conductor de lo que es actualidad este otoño, se nos acercó un señor, un tanto envalentonado, diciendo airadamente que “esa (por nuestra bandera) no pinta nada aquí”. Es fácil imaginar en que tendencia ideológica o partidista milita.
Pero dejando estos desencuentros atrás, lo mejor vino a la tarde, después de degustar la paella ya típica en esta fiesta, para redondear el día de Ntra. Sra. de Etxaurren en Menoio.
 
Lucas y yo posando con los sucampeones del entrañable juego de cartas de La Brisca
Y a los "Amigos de Etxaurren" nota de 10. Premio: un lote de tres botellas de vino y la jarra recuerdo
Fue llegar a la final y ser txapeldunak en el juego de cartas por parejas, conocido como La Brisca. 
Aún sin haber practicado este noble “deporte” de mesa desde tiempo atrás, ha sido llegar…, y eso que para estar en la final hubo que ganar, previamente, a dos parejas. Algunas de ellas veteranas, con bastantes años de práctica y estudio en el juego de cartas. 
La final tuvo su aquel y suspense hasta el final. Empezaron ganando los futuros campeones 2-0. Empataron a 2-2 los subcampeones. Se volvieron a adelantar los primeros 4-2. Para volver a empatar los segundos 4-4. Y, finalmente, en la quinta partida, la decisiva, imponerse los que a la postre quedaron campeones. Eso sí, la partida fue reñida, levantando los ánimos de los presentes. En el juego de la Rana, nada que comentar.
Sin más. Recibid un saludo, con el deseo de que hayáis pasado un rato agradable o, al menos, entretenido, leyendo esta pequeña entrada. Y un saludo también para Lucas, mi pareja o compañero de mesa en este entrañable juego.
A eso de las 12:30, según nos acercábamos al Santuario de Etxaurren

Sierra de Sálbada, con los picos Iturrigorri, Ungino y Exkutxi. Auténticas cornisas de montaña de la misma

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