No pueden faltar tres ¡hurras! por Lucas y... por mi, claro
En la fiesta de Etxaurren
Me van a permitir que con esta entrada
disfrute y dé rienda suelta de ese cierto ego instantáneo que a los humanos se
asoma alguna que otra…, o… muchas veces. Y en este caso yo no puedo ser la
excepción. Viene a colación con lo ocurrido o mejor dicho con lo que me sucedió
a mí en primera persona.
Me acerqué a la fiesta de la virgen de
Etxaurren, como casi religiosamente me acerco casi todos los años, con el ánimo
de pasar un rato agradable y encontrarme con viejos compañeros que también
profesan la devoción, al menos, de acercarse este día tan señalado al santuario
de Etxaurren. (Aconsejo entrar en el enlace El
montañero de Babio visita a la virgen de Etxaurren que describe la fiesta
–itinerario desde Amurrio, acto religioso, las 16 estrofas dedicadas a la virgen
ayalesa y el paisanaje que pulula para la ocasión–. Además el enlace http://aztarna.es/revistas/aztarna-13
que dedica unas páginas a las citadas estrofas y a su autor).
Pero no os quiero dejar más en ascuas.
Fue llegar, besar y quedar campeón del juego de La Brisca. De ahí lo de
permitirme que aflore un cierto ego instantáneo que decía al principio de esta
entrada.
Pero vayamos por partes. Mi
acercamiento a la fiesta de Etxaurren este día (10-09-2017), trajo consigo la exposición y venta de las revistas
(no todas) que la Asociación Etnográfica AZTARNA
Etnografia Elkartea edita y lleva
editadas a lo largo de los últimos 21 años.