Al lector/a
de la revista Aztarna
Poco
ha de dos meses que salió el número 48 de esta revista y sin ahorrar en
parabienes por su existencia, perseverancia y constancia, lo que no es baladí
en el mundo de la cultura, escrita con letra grande y también pequeña, quiero
detenerme en la editorial que abre la misma.
Dicha
editorial me ha dejado un tanto confuso o más bien perplejo y me atrevería a
constatar que la veo, sino extemporánea, sí falta de argumentación para validar
lo que dice.
La
misma sale (o quiere salir) al paso de una queja o escrito de un lector (¿queja hipotética?,
diríamos, pues no se dan más referencias) que ha dirigido a la revista (quizás al
que parece que la lleva con mano cerrada, un tanto autoritaria).
La
editorial despotrica ante el malestar u opinión contraria que le ha producido a
alguien (reitero lo de “a alguien”, pues nada sabemos) la aparición de algún
artículo o contenido del mismo en dicha revista.