AZTARNA de
gira por el sur de Álava
Una
excursión un tanto (y sin “tanto”) atípica la que la Asociación Etnográfica AZTARNA Etnografia Elkartea realizó el pasado día (06-08-2016) a la Rioja de Álava.
Atípica porque días antes se decidió realizar y a pesar de cerrar el número de
componentes de la misma que dieron su confirmación, posteriormente, por medio
del boca a boca, el número de personas interesadas fue aumentando.
Por lo
que a la cita de las 09:00 de ese día hubo que recomponer el número de coches
que llevarían a los socios y socias de AZTARNA hasta esa maravillosa comarca
del sur de Álava, frontera y límite durante un tiempo histórico del Reino de
Navarra.
A la
entrada del pueblo de (La)Bastida, ya que, en el centro del mismo,
junto al Jatorrena Jatetxea era
difícil aparcar por ser esa mañana día de mercado y además de estar de fiestas,
esperaba D. Salvador Velilla Córdoba,
estudioso, conocedor y amante empedernido de su tierra riojanoalavesa. El será
el que se deshaga en elogios de este maravilloso paraje riojano, dando toda
clase de explicaciones histórico-etnográficas y... geográficas. En el día de hoy toca lagares,
tumbas cenobíticas medievales y monumentos prehistóricos.
Salva entre vides y piedras que hablan y si no,... él lo hace por ellas.
Abandonando Montebuena. Al fondo, San Vicente de la Sonsierra se alza en forma de atalaya natural
Así que nada más pasar el pueblo anteriormente citado, al poco de dejar atrás la Bodega Marqués de Carrión, los coches se desviaron de la carretera a la derecha, para, por camino de arena, dirigirse a Montebuena Norte y Sur, donde hay 3 lagares sencillos, uno de ellos más sofisticado pues se utilizó armazón con sujeción para prensar la uva. Vistas generales de la sierra de Cantabria, castillo de Davalillo y pueblo de San Vicente de la Sonsierra.
De aquí,
se fue a esta última localidad a tomar un pequeño tentempié en uno de los bares
de la misma.
Después, camino
al paraje y despoblado conocido como San Andrés de Hornillos en un
desvío de la carretera de San Vicente de
la Sonsierra, donde hay otros lagares y, sobre todo, una comunidad o necrópolis de tumbas antropomorfas
excavadas o talladas en la misma roca caliza (como los lagares de la uva). Aquí, desde el pequeño
promontorio del cementerio de tumbas de piedra, el paisaje es, si cabe, de
mayor belleza y con mayor amplitud del horizonte a la vista. De nuevo la sierra
de Cantabria, castillo Davalillo, pueblo de Peciña y la ermita de Ntra. Sra. de
la Piscina –de donde le viene el nombre al pueblo– y los pueblos de San Asensio
y San Vicente de la Sonsierra, éste elevado sobre un cerro de la geografía
de la Sonsierra navarra. (Frente al cementerio anterior se ha producido otro
hallazgo -aún sin estudiar- cuyo descubridor es el señor Salva Velilla).
Luego
camino a (La)Guardia, pero antes de entrar a este pueblo desvío al conjunto
prehistórico de El Sotillo para ver el dolmen del lugar. Desde aquí,
aparte de tener presente a la sierra que todo lo envuelve, se puede divisar en
la lejanía cercana la ermita románica de la Virgen de Berberana.
Visitando el dolmen El Sotillo
Ya en (La)Guardia,
visita a la bodega del subsuelo de la Oficina de Turismo y después, ver el
carrillón del edificio del Ayuntamiento cuando son las 14:00 y salen los
dantzaris vestidos a la usanza de la zona, bailando con el personaje del
“katximorro” a la cabeza, dando las campanadas. Seguidamente visita del pórtico
de la iglesia de Santa María de los Reyes con proyección explicativa de las
imágenes en piedra policromada que a modo de retablo pétreo y en relieve
decoran el mismo y donde se aprecia en sus extremos el escudo del reino de
Navarra. Huelga decir que la imagen de la virgen de los Reyes sobre alto
pedestal preside la portada del pórtico y que le da nombre a la parroquia.
Bodega en el subsuelo. Ahora sólo como reclamo turístico
A las horas en punto, con los compases de las campanadas, los autómatas bailan en la casa del reloj de la fachada del Ayuntamiento
Los reyes de Navarra: Doña Blanca y Don Sancho
Escudo del Reino de Navarra en una de las columnatas del pórtico policromado de Santa María de los Reyes
Aperitivo
en una de las tabernas que proliferan en las estrechas calles de la Villa con
la mirada puesta en los vistosos vestidos que lucían para la boda recién
celebrada en la iglesia referida.
Trajes de gala o bien parecidos para la Boda
Llegando la hora de la comida en el restaurante Biazteri frente a la casa palacio del fabulista Samaniego –Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala–. Junto a la misma, concentración de coches de la época de los 60 del siglo XX. Menú de 20€ que incluía variados platos primeros y segundos como para contentar al más osado exigente comensal. Un pero: ¡mira que no tener Licor KARPY!
En los prolegómenos de la misma, uno de los comensales nos brindó la primicia de descubrir un libro de finales del XVIII que previamente había recogido en la oficina de Correos de Amurrio. Libro, cuyo autor es D. Sebastián de Jócano y Madaria, natural de Orduña, que trata sobre cálculo y de corta tirada en su época. ¡Sólo hay uno en la Biblioteca Nacional de España en Madrid! Ahora le toca conservarlo y recomponer los extremos de algunas de sus páginas comidas por los ratones.
Terminada
la comida, visita al aljibe de época celtibérica ¡uno de los más importantes,
no sólo del Estado español sino a nivel europeo de la Edad de Hierro,
construido hace 2.100 años! Actualmente dicho aljibe o estanque celtibérico de La Barbacana se encuentra protegido por una cubierta arquitectónica.
Pequeño
paseo por el antiguo paso de ronda de la muralla de dicha Villa y de nuevo con
los coches en carretera, se toma la dirección del pueblo de Elciego saboreando de cerca la bodega y
hotel del Marqués de Riscal, prosiguiendo al pueblo de Lapuebla de Labarca de donde es natural y cuna añorada y querida de
nuestro cicerone particular, Salva Velilla.
Visita a
la bodega familiar Córdoba Martínez (primo carnal de nuestro artífice de
este día lúdico-cultural y lleno de luz, pues el sol, sin ser agobiante, fue
nuestro acompañante del día de hoy).
El río Ebro a su paso por La Puebla de...
Finalizando
en la trasera del Ayuntamiento que es un mirador elevado sobre el río Ebro, el
cual yace a nuestros pies, y atalaya del amplio y lejano horizonte: Pico Urbión
y tierras de Soria, cima del monte San Lorenzo en el Valle de Ezcaray (Ezkarai),...
Y como su casa –la de nuestro cicerone y anfitrión de este día– está pegando,
fuimos invitados a una merienda en el txoko (antigua cuadra) habilitado en el
bajo de la vivienda
Y si lo hubiéramos
sabido habría habido la posibilidad de rememorar el camino que realizaban lxs
vecinxs de La Puebla de la Barca tras salvar el río Ebro por medio de una barca,
pues al día siguiente (la costumbre es que se celebre el primer domingo de
agosto) dichxs vecinxs se dirigirán en autobús a Logroño para luego volver
andando al pueblo por el antiguo camino, recorriendo una distancia de 12 km.
Así
transcurrió el día hasta casi entrada la noche, finalizando la excursión con la
vuelta a Amurrio por donde se vino a la Rioja de Álava.
En todo
momento tuvimos la compañía amiga de Tom, ¡él nunca te abandonaría!
(Agradecimiento especial para Javi por las fotografías de grupo, que ilustran también esta entrada).
(Agradecimiento especial para Javi por las fotografías de grupo, que ilustran también esta entrada).
No hay comentarios:
Publicar un comentario