Un momento de una de las partidas celebradas en la azotea del antiguo Casino de los Marqueses de Urquijo en Laudio-Llodio
El ajedrez en Amurrio
En estos dos últimos años el ajedrez en nuestra localidad está viviendo una revolución.
Diríamos que ha nacido de nuevo, que ha renacido o que ha despertado cual Ave Fénix, no de sus cenizas, de un largo letargo de inactividad o hibernación, casi de desaparición, el noble juego que forma auténticos caballeros y señoras de bien.
Después de una época un tanto lejana, en los tiempos de juventud de aficionados como Alfredo Luengas Isasi, Ángel “Gotzon” Landeta y otros muchos más, con partidas compartidas en lo que fue la sede de la Asociación de Cabezas de Familia de la Villa de Amurrio en la entreplanta, encima de la Farmacia Hernández y de la antigua sucursal del Banco de Vitoria (anteriormente, y a la vez, también se jugaban partidas de ajedrez en el desaparecido Bar Emilio) y tras los pequeños tumbos de años posteriores cual Guadiana que aparece y desaparece, ahora ha cogido un nuevo auge, un nuevo impulso que se muestra efervescente.