Misma fachada, 3 meses después (06-01-2018)
Caserío Ugarte… que nadie te quiere (o, tal vez, ahora… sí)
Eso
parece, viendo cómo sufres intentando hacer frente al tiempo que
inexorablemente todo lo puede. Tu actual deterioro va in crescendo, amenazando tu ruina total.
Para tu
desgracia o mala suerte parece que tienes los días contados pues tus dueños no tienen
ningún interés por ti o más bien sí. Esperar que el tiempo haga su trabajo y
cuando ya sólo seas ruina, escombros, cenizas de los que fuiste, sustituirte
por otro u otros o, quién sabe, por un grupo de viviendas que borren tu memoria
centenaria.
En tu
caso los dueños son particulares, de la esfera privada, a diferencia del recientemente
fenecido caserío Azkarraga (donde ahora se erige y yergue el nuevo ambulatorio
de Amurrio) que siendo de propiedad municipal, es decir, público, no tuvo el
Ayuntamiento amurriarra sensibilidad alguna para conservarlo dándole la función
más apropiada. (Ver entrada sobre los últimos momentos de su existencia en S. O. S. al
caserío Azkarraga). Por tanto, por regla general, los propietarios
particulares o privados sólo miran, por lo general y con las debidas y contadas
excepciones, por el beneficio propio que les dé un bienestar inmediato.