Amurrio (el Ayto.) acuerda para no
cumplir luego
El título es claro. Se toman
decisiones, acuerdos que luego no tienen plasmación en la realidad del día a
día.
Como no quiero dejar intrigado al
lector/a sobre de qué hablo y menos dejarle sin saber de qué va esta entrada
con este título, además de que puede preguntarse si intento vacilarle, paso de párrafo
para argumentar lo anterior.
Hace unos meses (en febrero) con motivo
del cambio de domicilio hubo que contratar los consabidas “Altas” de enganche
de luz, gas, teléfono, agua (no sé si se queda alguna más en el camino) y, por
lo visto, lo que va a misa, en este caso, se queda en el pórtico.
Cada una de las compañías
distribuidoras de los citados servicios no daban a acertar con la ubicación de
la dirección del domicilio. Cada una de ellas tenía registrado el nombre: o
parecido; o que, sólo en parte, coincidía con el actual, aunque no totalmente.
A pesar de que les insistía que la
dirección por ellos registrada había sido modificada por la actual, no había manera
de que admitieran la nueva situación. Algunas compañías se agarraban a que el Ayuntamiento
no les había remitido cambio alguno en la dirección y, por tanto, nada podían
hacer o que en sus directorios aparecía lo que aparecía y que las CUPS o sus
equivalentes son inamovibles sin el cambio autorizado legalmente.
Con el propósito de enmendar este
desbarajuste me dirigí al Ayuntamiento de Amurrio, el cual me trasladó el
informe-acuerdo de la modificación y/o creación de nuevas calles.
Aun así, las compañías distribuidoras de
estos servicios a los domicilios domésticos ¡erre que erre! no atenían a
razones, no quedando más que dos opciones: no darse de Alta en los servicios
antes dicho (lo cual menuda solución) o “claudicas” en tu reivindicación que,
al fin y al cabo, era el acuerdo del Ayuntamiento que en su día certificó para
con la actualización del callejero amurriarra. Acuerdo, por cierto, que data
del día 20 de julio de 2006, por lo que 10 años después en estas estamos.
Acuerdo sí, pero sólo para hacerlo
efectivo en las placas de las calles (a propósito ¡qué difícil son de leer!
dado el reducido tamaño de la letra) pero no en las direcciones postales de la correspondencia
que a cada uno/a le llega al buzón, al menos la correspondiente a las facturas dirigidas
a los usuarios de los servicios arriba mencionados.
El acuerdo con la relación de la
modificación o/y denominación de nuevas vías fue publicado por la revista
informativa municipal “Hauxe da” en
el número de fecha 31-07-2006. Aunque esta relación de calles y vías públicas impresa
en papel parece ser que ha quedado en papel mojado. Al menos en este supuesto
que no es tal, sino real y verídico.
Dejando ya tranquilas a las compañías
suministradoras y/o distribuidoras/comercializadoras de los servicios
domésticos, apenas un mes después, uno de los números de la revista municipal
antes dicha (nº 562 del día 15-03-16), aparece informando de una próxima “tala
de árboles que estropean las aceras y reducen la iluminación en la calle Intxaurdio de Amurrio” en los
alrededores de la Residencia de Ancianos de nombre “San Antón de Armuru”, por
lo que se talarían las catalpas allí plantadas y su posterior destoconamiento.
En cambio, en el acuerdo municipal
anterior que la misma revista se hacía eco, aparece que el nombre de la calle
de la Residencia es Intxaurdui,
que recupera y sustituye a la forma corrompida “Intxaurdio”. (En las 3 “fotos”
que acompañan esta entrada, puede verse la relación de todo el callejero modificado
o de nueva creación).
La pregunta piadosa sería para qué se
acuerda y, en lógica, se plasma luego en las placas del callejero amurriarra
pero, sin embargo, el mismísimo Boletín “Informativo” y “Municipal” va y mete el
“zancarrón” sin el más mínimo rubor. Y… ¡aquí paz y después gloria!
Revista o Boletín ¿… informativo y… municipal?
Pues cuesta creérselo.
Lo dicho: “…acuerda para no cumplir luego”
(o acuerda para… ¿hacer cumplir?).
Y si es verdad lo que aducen las
compañías de gas, luz, etc.… seamos diligentes y envíense las modificaciones
del callejero para que los ciudadanos/as no nos veamos impotentes ante las
mismas.
Por cierto, después de una década del
citado acuerdo municipal que actualizó y renovó el callejero en conformidad con
la normalización del euskara (en parte), bien pudiera el propio Ayuntamiento
pensar en actualizar su mancheta en los papeles oficiales respecto a la
dirección del propio edificio consistorial. (Al respecto del nombre adjudicado a
algunas calles hubo encendidas discusiones y discrepancias pero, al final y
desgraciadamente, no prevaleció el sentido común, ni el lógico y menos el
geográfico del espacio físico que ocupan, con el agravio añadido al euskara,
pero esto es materia para otra entrada sobre los atropellos que, finalmente, se
cometieron sobre el particular).
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