El Libro del joven pastor,
Andrés Luengas
El pasado día 14 de julio de 2012 fue un día importante, no
porque se conmemoraba la Toma de la Bastilla por el pueblo llano parisino que
abrió las puertas a lo que luego sería el proceso conocido como Revolución
Francesa –o, no sólo por ese acontecimiento–, sino porque en Ayala, en el
pueblo de Zuaza/Zuhatza tuvo lugar el alumbramiento, plasmado en un libro, de la
vida y “milagros” de un hombre –bueno y esforzado– que ha sabido dar sentido a
la vida.
Dos momentos imborrables para la posteridad |
Así ha sido, lector/a que te adentras en este blog con la curiosidad
de encontrar algo distinto a lo que nos tiene acostumbrado la red de redes de
las nuevas tecnologías.
Gracias al esfuerzo, tesón y perseverancia de otro hombre,
Alberto, su hermano, el libro ha sido realidad, quedando impresa en unas
humildes pero sentidas páginas la vida y el discurrir del quehacer cotidiano de
Andrés Luengas Otaola, que casi
nació pastor de ovejas, pues ya desde los 12 años se las deseó para desenvolverse
él solo en un mundo inhóspito como es una sierra, en este caso, la sierra de
Sálbada. Allí arriba, donde la presencia del lobo, el frío, las horas de soledad,
el estar lejos de los suyos… dominan el espacio y el tiempo, se desarrolló el
bautismo vital del joven y adolescente pastor.
Como se dice en el prólogo del libro: “El autor nos traslada el pasado al presente en amena conversación;
adentrándose con pequeñas pinceladas en el mundo pastoril ayalés, sirviéndole
de guía su hermano Andrés. Haciendo desfilar topónimos, aparejos de trabajo y el vocabulario pastoril, junto al retrato de los pastores que
vivieron aquella época dedicando toda su vida al mundo de las ovejas”.